MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El pueblo no vive de promesas

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El desempleo sigue causando angustia en el pueblo trabajador de México, aunque hay una mínima desaceleración de abril a mayo, la realidad no cambia mucho con este cambio algo que pareciera no preocuparle a nuestro gobierno.

Según datos arrojados por el Instituto de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de desempleo en el país fue de 4.1 por ciento. Además, hay 2.3 millones de personas que forman parte de la tasa de desocupación, es decir, del porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA), pero que de alguna forma buscan la manera de sobrevivir.

Es importante señalar que del total de desempleados, poco más de un millón se encuentran en el rango de edad de entre 25 y 44 años; es decir 45.9 por ciento de los 2.3 millones. Si comparamos esto con el mes de abril, hay un incremento de 10 por ciento, pues el desempleo en este rango de edad era de 39.5 por ciento. 690 mil oscilan entre los 15 y 24 años, es decir, 30 por ciento; 500 mil están en un rango de 45 a 64 años (21 por ciento); cerca de 41 mil son mayores de 65 años (1.8 por ciento), y poco más de tres mil no están especificados, es decir, un 0.1 por ciento.

En el mes del trabajo, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, la Población Económicamente Activa fue de 57.2 millones de personas, cifra mayor respecto al mismo mes, pero del 2020, cuando la mayoría de la población se encontraba confinada a causa del virus SARS-CoV-2, lo que significa un aumento de 12 millones de mexicanos; claramente, durante todo este poco más de un año de pandemia, miles de familias se vieron afectadas al perder su fuente de ingresos, un fenómeno que provocó hambre, incertidumbre y que hasta la fecha permanece aún en varios hogares, mismos en donde el apoyo gubernamental no se ha visto por ningún lado.

No hay que dejar de lado a los trabajadores del sector informal, pues muchos de ellos se vieron seriamente afectados por la pandemia, al no contar con un seguro que los protegiera de cualquier riesgo por seguir saliendo a las calles buscando el pan de cada día. El Inegi arroja que el número de personas que sobreviven de esta modalidad de empleo es de 30 millones 491 mil 287, por lo que la tasa de informalidad laboral aumentó 45.6 por ciento en comparación con el año pasado.

Falta un largo camino para salir de esta crisis económica y sanitaria, nuestro país debe recuperar casi medio millón de empleos formales de los más de un millón que se perdieron en 2020. Recordemos las cientos de pequeñas y medianas empresas que tuvieron que cerrar en medio de la pandemia ante la ausencia de ventas y el abandono del gobierno federal para evitar que cayeran en la quiebra y todos los trabajadores del sector formal que ante la falta de empleo, buscaron ingresos vendiendo lo que podían, entrando así al mundo de la informalidad, situación que poco importa ante la necesidad de comer y alimentar a la familia.

En las recientes elecciones, el pueblo demostró que no vive de promesas e hizo perder terreno y con ello, poder, al partido que actualmente rige los hilos del país desde la silla presidencial; el hartazgo de lo mismo de siempre, pero con otro color, aún está en el aire, el pueblo quiere un gobierno que cumpla, que trabaje todos los días para el bienestar colectivo y no gasté más energías en hablar mal de sus opositores todos los días, ¿eso qué logra en el desarrollo de un país? Nada, es darle por otro camino en lugar de enfrentar la realidad, la dura realidad de nuestro México y poner manos a la obra para cambiarla.

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