Como sucede por un desastre natural, los pobres de cada estado, país y nación son los que sufren con mayor ahínco los daños. Hoy le tocó a Tijuana, donde hace apenas algunos días se manifestó la poca o casi nula infraestructura pluvial que existe en el municipio y de la que carecen, en su totalidad, las colonias populares y más marginadas. Aquí en las zonas más desprotegidas salió a luz y a flote el gran rezago en materia de infraestructura, y cómo es que lo ve y valora la presidente municipal, Montserrat Caballero, quien aseguró en una entrevista que “no pasó nada, esta lluvia no causó daño”.
Así lo vemos las familias de las colonias populares, donde no solamente nos inundamos, sino que, además de ello, las calles fueron intransitables, perdiendo con ello un día y hasta dos días de trabajo, de las escuelas ni se diga, cuando por las noches se cancelaron las clases debido a la poca infraestructura que también hay en muchas de ellas, pues de escuelas en forma poco se ha visto en la mayoría de ellas.
Lo que se ha visto en estos dos días de lluvias, es que falta una inversión verdadera en materia de obras y servicios para las familias de escasos recursos que se encuentran en la periferia de la ciudad, aquí donde encuentran las familias que laboran todos los días para sostener a esta enorme ciudad. Se viene el programa de egresos del próximo año, y esto es solo una muestra de en qué es lo que hace falta por invertir, pues a pesar de que existe una verdadera inversión en el primer cuadro de la ciudad también se sufrieron daños graves.
Escuchar, analizar y actuar, son las tres cosas que el gobierno municipal tendría que hacer para poner en marcha su programa de egresos, para que las familias de escasos recursos tengan las mismas posibilidades y beneficios que las otras tantas que existen en la ciudad, pues a pesar de que dicen que Tijuana avanza, pero en la realidad no existe este avance, aún siguen existiendo colonias con deficiencia en pavimentaciones, en redes de agua potable, en iluminación, en drenaje y ya no hablamos de los altos índices de inseguridad.
Antorcha ha planteado la posibilidad de avanzar verdaderamente, con una base sólida, poniendo en marcha cuatro ejes que pondrá en lo alto a esta ciudad y al país entero; en el primero de ellos es empleo para todos, que cada uno de los mexicanos tenga un ingreso seguro, que el gobierno brinde las condiciones para generar empleos; el segundo eje es que este salario sea suficiente para que a las familias les alcance para la canasta básica que estimula la ley.
El tercer punto son los impuestos progresivos, que quien gane más pague más impuestos, porque siempre son los pobres quienes pagan más impuestos y, para finalizar, el cuarto ejes es que la distribución de la riqueza nacional sea de manera equitativa, que el gasto público se ejecute de manera correcta y no repartiendo dinero, comprando votos, que este dinero vaya a lo que dije arriba, en crear condiciones para una vida digna para todos los mexicanos.
Nuestra organización ha propuesto estos ejes, pero para ponerlos en marcha, para hacer que esto sea posible, es necesario e indispensable que el pueblo esté organizado, que el pueblo entienda su papel en este momento, que, de la inconformidad, se concluya que la organización es la única y mejor salida.
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