El martes 19 de septiembre de 2017, el mismo día, 30 años después, se revivió la historia del terremoto de 1985.Se oscureció el país de nueva cuenta por un sismo de magnitud 7.1 grados en la escala Richter.Su epicentro se localizó a 12 km al sureste de Axochiapan, Morelos, según datos del Servicio Sismológico Nacional de México.Unos cuantos segundos bastaron para colapsar las comunicaciones, destruir, escuelas, iglesias, carreteras, desgajar cerros y lo peor, que miles de familias perdieran sus viviendas.
Ahora, a casi tres años de aquella tragedia, continúa la misma desgracia de entonces, se siguen padeciendo los daños causados, la mayoría de las escuelas siguen sin repararse, muchas iglesias son testigos mudos de su abandono, y miles de familias de escasos recursos que perdieron sus viviendas, siguen sin recibir apoyo de ningún gobierno.¡Ah! Pero, eso sí, los engaños y promesas de apoyo ¡no faltan! Por si fuera poca la desgracia, ahora se suma la pandemia de covid-19 que vino a agravar el problema.La gente pobre ya no sabe cómo pasarla.
En el caso de la comunidad de Las Minas, de Izúcar de Matamoros, se perdieron las casas que fueron construidas con adobe, y las "modernas" sufrieron daños estructurales.La población sigue en el olvido de las autoridades: malos caminos, escuelas sin reparaciones, no existe la atención médica y las casas… bien gracias, siguen esperando su remozamiento.La gente de esta comunidad comenta que, a pesar de que el entonces Secretario de Desarrollo Social, Gerardo Islas Maldonado (ahora actual diputado local por el distrito 22 con sede en Izúcar) se comprometió a apoyarlos, al final sólo les dio un pequeño apoyo en material para un cuartito.Comunicó que mandaría personal para la construcción de esas viviendas, pero ese hecho que nunca se materializó."Sólo les dejaron las ilusiones", dijeron los pobladores de la comunidad.Plantearon el problema a las nuevas autoridades, encabezadas por el gobernador Manuel Barbosa Huerta.Creyeron que por ser de un partido que pregona "primero los pobres".La solución llegaría rápidamente.Craso error.No sólo se quedaron sin vivienda, ahora les quitaron el apoyo de Progresa, el Seguro Popular, el fertilizante y, si se quejan, se quedan sin despensas en esta pandemia.Por ello han recurrido al Movimiento Antorchista, en busca de una acción seria que resuelva su penuria.
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