Vivimos en un sistema donde reina el imperio del capital a escala mundial, en el que lo más importante para las élites del poder es el dominio hegemónico del planeta, el control económico y la explotación de las riquezas naturales de todos los países.
Intentan imponer un sistema unipolar, sin importar los medios, aunque sea mediante la violencia, las armas atómicas o la guerra nuclear, llevando al exterminio de la humanidad.
El arte es una herramienta, un vínculo muy eficaz para educar e inducir a los hombres en seres buenos, que desarrollen su capacidad creadora y sean capaces de transformar su entorno.
Nuestro país no es la excepción, con un capitalismo neoliberal que, aunque el gobierno de la 4T dice combatir con toda energía, la realidad muestra un México ensangrentado: todos los días los medios anuncian asesinatos, desapariciones, masacres y muertes.
Es muy triste y doloroso que estas cosas sucedan, pero lo peor es acostumbrarse a ellas. No, no podemos estar de acuerdo ni aceptar vivir así; tenemos que hacer algo.
Ante esta tragedia, el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) se ha dado a la tarea, desde hace 50 años, de educar y organizar al pueblo de México. Con una firme idea basada en la teoría marxista-leninista, sostiene que un mundo mejor es posible si la riqueza producida por los trabajadores se reparte de manera justa y equitativa.
Para que esto suceda, la clase obrera debe conquistar el poder político, pero antes necesita una conciencia de clase y educación política, algo que Antorcha realiza desde su creación, especialmente a través del arte y la cultura en sus diversas manifestaciones: danza, baile folclórico, poesía, pintura, canto y teatro.
El arte es una herramienta poderosa para educar y convertir a los hombres en seres buenos, creativos y capaces de transformar su entorno. En Antorcha, el arte es esencial, pues permite conocer la realidad y es una poderosa arma transformadora de la conciencia, la sensibilidad y la voluntad, haciendo a los individuos más solidarios, tolerantes e inteligentes.
El pasado 10 de noviembre, se realizó el concurso de voces en el Auditorio Gota de Plata, en Pachuca, Hidalgo, con la participación de más de cien cantantes de todas las edades, provenientes de las entrañas del pueblo y demostrando un gran talento artístico. Además, extraordinarios coros interpretaron hermosas melodías con calidad profesional.
Próximamente, se llevará a cabo el XXIII Encuentro Nacional de Teatro los días 22, 23 y 24 de noviembre en el Teatro de la Paz, San Luis Potosí. Este evento incluirá 32 puestas en escena y la participación de más de 500 actores de diferentes estados de la república.
Se presentarán, asimismo, importantes obras de dramaturgos notables como William Shakespeare, Jean Racine, Antón Chéjov, Pedro Calderón de la Barca y Lope de Vega.
El teatro, otra rama de las bellas artes, transmite a través de la representación escénica un conocimiento profundo de la realidad que el hombre ha vivido en distintas épocas. Representa los problemas de la vida cotidiana, educando y sensibilizando al individuo, haciéndolo más reflexivo, razonador y creativo.
Esta es una de las formas en que el MAN trabaja para transformar al ser humano en uno nuevo, con ideas y pensamientos diferentes, que sienta profundamente las injusticias de la sociedad y esté dispuesto a contribuir a un cambio profundo a favor de las grandes masas trabajadoras.
Como decía el revolucionario Ernesto “Che” Guevara en una carta a sus hijos:
“Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo; es la cualidad más hermosa de un revolucionario”.
Un cambio social verdaderamente profundo requiere un pueblo educado, politizado, organizado y consciente. Las armas más poderosas para lograrlo son el estudio, el arte y la cultura.
Por eso, Antorcha es la principal promotora del arte y la cultura. ¡México lo necesita!
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