MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

ENTREVISTA | Desigualdad lacera producción artesanal en Santa Cruz El Limón

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  • En esta comunidad oaxaqueña, la manufactura de fibras y balones es la única fuente de ingresos para muchos, que padecen jornadas de más de doce horas y pagos absurdos

Santa Cruz El Limón, con apenas 370 habitantes, comunidad incrustada en el municipio de San Miguel Amatitlán, en la región Mixteca de Oaxaca, es el ejemplo claro de la desigualdad que reina en nuestro país. Ahí pueden encontrarse talleres artesanales que fabrican balones deportivos y fibras para lavar trastes, pero, a pesar de que la jornada laboral de los artesanos inicia desde las 4:30 de la mañana y termina hasta las 8 de la noche, los salarios y pagos son extremadamente bajos, por lo que no alcanza a las familias para solventar gastos elementales como alimentación, vestido y salud.

“A pesar de tantas horas de trabajo, el pago que obtenemos es mínimo, pues cada pieza nos la compran en cinco pesos o cuando mejor nos va, hasta en ocho pesos”.

En Santa Cruz El Limón, el 25.14 % de su población es indígena, el 16.49 % es analfabeta, sólo el 29.58 % de las viviendas cuenta con excusado o sanitario y ninguna vivienda posee computadora personal, laptop o tableta, debido a que ahí aún no llega la antena telefónica.

Tras un recorrido por la comunidad, visitamos el negocio familiar de don Arnulfo Contreras Barragán, dedicado a la producción artesanal de fibras para lavar trastes, donde observamos que se involucra a varios miembros de la familia, desde padres hasta hijos y nietos, que buscan generar un sustento económico para todo el grupo.

¿Don Arnulfo, puede comentarnos cómo inició su taller?

Pues surge a raíz de la demanda existente del producto, a que contamos con la fuerza de trabajo porque nuestros abuelos nos enseñaron esta labor, pero principalmente porque las condiciones para trabajar en otro lado no existen. Hemos buscado empleo, oportunidades, pero no hay, y contrario a ello, las necesidades de alimentación, vestido y calzado aumentan, y al no encontrar una fuente de ingresos, pues por eso todos los integrantes de mi familia han optado por dedicarnos a este trabajo.

¿Ha recibido algún apoyo gubernamental?

No. Aquí nos enfrentamos a la falta de apoyo por parte del gobierno, y esto ha sido un obstáculo significativo para el desarrollo del negocio de mi familia y de mis vecinos, que también tienen sus pequeños talleres. Pues aspiramos a expandir nuestro negocio y generar empleo para las familias de la misma comunidad, pero la falta de oportunidades y recursos nos lo impiden.

¿De cuánto tiempo es su jornada laboral?

La verdad es pesado, por lo mismo que es laborioso. A veces nos tenemos que levantar a las 4:30 de la mañana para ir al campo a traer la pasta del árbol con el que vamos a hacer la esponja y, después, ya en el taller, hay que dedicarle más de cinco horas al proceso de ensamble de la fibra. Entonces venimos terminando como a las 7 u 8 de la noche.

¿Y el pago de la mercancía que realizan a cuánto asciende?

No me lo va a creer, pero a pesar de tantas horas de trabajo, el pago que obtenemos es mínimo, pues cada pieza nos la compran en cinco pesos, o cuando mejor nos va, hasta en ocho pesos. Lo que sabemos es que la mercancía llega hasta la Ciudad de México, y ahí sí ya se vende al doble o triple. Pero a nosotros nos pagan muy poco. Y si aceptamos el pago así es porque no nos queda de otra, debido a que es la única fuente de ingresos que tenemos.

¿Y esta situación de vulnerabilidad ha traído más consecuencias?

Desafortunadamente sí. Muchos miembros de la comunidad se han visto obligados a buscar oportunidades en el país vecino, a pesar de los riesgos que esto conlleva.

¿Qué piensa de las acciones de la 4T?

Que a pesar de que en campaña decían que “apoyarían primero a los pobres”, la falta de apoyo de la 4T está trayendo como consecuencia que la vida sea más difícil para las familias, porque no hay empleo ni se impulsan los pequeños negocios. Y como ambas cosas se descuidan, pues la situación empeora.

Finalmente, ¿cree que exista una solución?

Sí. Yo soy antorchista y hemos estudiado que todo lo que está pasando en México y en el mundo se debe a la desigualdad que se da por el tipo de sociedad en la que vivimos. En la que se nos explota nuestro trabajo y no hay oportunidades para las mayorías. Y entonces, el camino que nos queda es que debemos organizarnos para luchar y cambiar nuestra sociedad.

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