Nada que aplaudir ni celebrar, así concluyó el gobierno de Carlos Joaquín González, quien será recordado como uno de los peores gobernadores en la historia de Quintana Roo. Su administración quedó marcada porque no atendió las necesidades más urgentes de la ciudadanía.
No atendió el desempleo, los salarios justos y mejores oportunidades para todos, principios que debe tener un buen gobernante; y lo más lamentable, es que traicionó su palabra de que sería un gobierno diferente. Fue más de lo mismo.
Como todos saben, el pasado 24 de septiembre, concluyó la administración del mandatario estatal que dejó sumido a Quintana Roo con los datos estadísticos más duros que se tenga memoria, entre los que destaca la creciente e incontrolable pobreza y pobreza extrema, aunado a la falta de las supuestas estrategias políticas y económicas de gobierno que nunca se efectuaron para cambiarle el rostro al estado.
Ante esta debacle, ¿El nuevo gobierno de Quintana Roo tiene en cuenta todos estos problemas? Pues debería, porque en sus manos está la primordial tarea de revertir la inusitada situación del flagelo de la pobreza y desigualdad social y, esta nueva administración estatal bebe aplicar acciones urgentes para contrarrestar el mal social en el que hoy estamos inmersos. Si bien es cierto que es muy temprano para hacer juicios a priori, lo que es seguro, es que la tarea es de titanes.
Insisto, el escenario dejado por la anterior administración es caótico. A pesar de que contó con un presupuesto superior a 11 mil 898 millones de pesos, no hubo desarrollo social, no se logró el slogan de campaña, por el contrario, la delincuencia creció de manera incontrolable y las carencias aumentaron.
La deuda de la administración que encabezó Carlos Joaquín, según la Secretaría de Finanzas y Planeación de Quintana Roo (SEFIPLAN), al comienzo de su sexenio, el pasivo ascendía a 19 mil 169 millones 775 mil 571 pesos; al término de la gestión gubernamental ascendió a 19 mil 690 millones 210 mil 647 pesos; es decir, se elevó en 520 millones 435 mil pesos.
Y muchos se preguntan, ¿Dónde se gastó ese dinero que incrementó la deuda estatal? No sabemos. No hubo obras importantes y destacadas, mucho menos apoyos a los pueblos y colonias marginadas que carecen de obras y servicios a fin de mejorar su bienestar.
El incremento de la pobreza en Quintana Roo también es un mal que aumenta como un cáncer maligno. Mara Lezama recibió el estado con 892 mil 800 ciudadanos en situación de pobreza; lo que representa un 47.5 por ciento de un millón 858 mil quintanarroenses que hay actualmente, según Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi). Esto refleja un incremento de 11.6 puntos porcentuales de 2016 a 2022.
Por otro lado, la cifra de personas en la informalidad es alto, lo cual es muy grave; sin embargo, no se ve por ningún lado la ayuda del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues prometió que daría prioridad a la generación de empleos justos y bien remunerados, asimismo aseguró y garantizó a cada ciudadano justicia social, pero sólo fueron promesas que hasta el momento no se han cumplido.
En ese tenor, un manto de incertidumbre se cierne sobre la entidad. Los pobres tienen la tarea primordial de politizarse porque son ellos los que diario sienten en carne propia el flagelo de la pobreza y marginación, y por ende el Movimiento Antorchista los invita a sumarse a la lucha que esta organización emprende contra la injusticia social.
Es momento de que el pueblo tome las riendas de su destino y dirija sus pasos hacia el progreso y bienestar; de no ser así, su futuro, si de alguna manera se le puede llamar, quedará en el limbo de lo que pudo ser y no fue, pero que sin duda, los hundirá en la oscura desesperanza de la pobreza.
Por esas condiciones de abandono, el Movimiento Antorchista, en los próximos días acudirá al palacio de gobierno para pedir audiencia con la gobernadora Mara Lezama. La intención es que nos concentremos una comisión de antorchistas de pueblos y colonias, para entregar un pliego petitorio que resume las principales demandas de los Antorchistas en Quintana Roo.
En este pliego petitorio se encuentran demandas importantes que en su momento fueron compromisos de Carlos Joaquín, pero que no cumplió. Espero que en esta administración seamos escuchados y atendidos en aras de una mejor condición de vida de más de 40 mil familias representadas por el Movimiento Antorchista.
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