Ante dos acontecimientos sucedidos en las últimas semanas en Huitzilan de Serdán, vale la pena dar nuestra opinión, porque nos interesa que la ciudadanía tenga más elementos para sacar mejor juicio respecto de la realidad de nuestro pueblo, sobre todo del proyecto de trabajo antorchista que de facto los medios al servicio del poder han descalificado.
El primero de ellos es que el día 10 de febrero pasado, el obispo de Puebla, Monseñor Felipe Pozos Lorenzini, presentó ante los católicos de la cabecera municipal, de San Miguel del Progreso, de El Paraíso, Aocotzota y Xinachapan, al nuevo párroco de Huitzilan, el Padre Abacuc Hernández. El hecho nos parece relevante pues, de realizarse la actividad de fe como lo marca la Constitución Mexicana, en gran medida se habrá resuelto el problema de la libertad de culto. Ese derecho que, durante casi tres años, Alonso Aco y el expárroco José Martín le privaron a la gran mayoría de católicos que no son afines a su grupo político, pues convirtieron en sede de su actividad política las instalaciones de la parroquia.
Así, pues, le expresamos al Padre Abacuc Hernández la más cordial bienvenida a Huitzilan de Serdán. De parte de esta autoridad, tendrá por la vía del hecho absoluta libertad de culto, como siempre ha sucedido con quienes respetan las leyes mexicanas; de parte nuestra encontrará también absoluto respeto a su actividad. Usted mismo se dará cuenta que Antorcha Campesina, que es la organización de los pobres en Huitzilan, jamás mezclará su actividad de educación y organización política de las masas con la actividad religiosa aprovechándose de la fe de la gente, como sí lo han hecho los opositores del desarrollo en este sufrido pueblo. Las autoridades antorchistas siempre se han limitado a participar y a colaborar en lo que la propia Iglesia Católica solicita y siempre en beneficio de la gente: respetando las costumbres de nuestro pueblo, apoyando las fiestas patronales y a las danzas que, con sus vestidos de variados colores y sus movimientos, rinden culto a la Virgen de la Asunción. Gracias a esta colaboración, hoy por hoy, nuestra feria patronal es una de las mejores en la región. Aquí en Huitzilan la fiesta en honor a la Virgen de la Asunción se hace en grande, en su honor se hace la procesión más numerosa de toda la región, pues la acompañan, desde la casa del mayordomo principal al templo católico, más de 7 mil personas.
El segundo hecho que quiero destacar es el evento organizado por MORENA, el día 21 de febrero, cuando el señor Andrés Manuel López Obrador visitó el municipio. Los principales organizadores del evento, como todo mundo sabe, fueron Alonso Aco Cortés y los seguidores del expárroco José Martín, en una abierta contradicción de la filiación partidista que en los medios de comunicación negaron. Con este hecho, la realidad nos vuelve a dar la razón a los antorchistas, pues ante tantos ataques que nos ha lanzado Alonso Aco y su fiel servidor el expárroco, sostuvimos desde un inicio en nuestra defensa que quienes habían secuestrado la parroquia formaban un grupo político y no católico, y que se habían aprovechado de la parroquia para sembrar odio ante la población y de llevar a la agresión física y verbal a sus seguidores contra la gran mayoría de la población que integra el proyecto de transformación, de avance y desarrollo en Huitzilan de Serdán, organizados en Antorcha Campesina. Desde luego no tuvieron éxito.
En Huitzilan de Serdán, durante casi tres años, estos señores trataron de encubrir la actividad política con la religiosa. Desde la creación de la parroquia en septiembre de 2013- empezaron a trabajar políticamente contra el Movimiento Antorchista, organización a la que pertenece la gran mayoría de la población. El objetivo era ganar la elección municipal de julio de 2013, con el candidato Ever Xalcuaco Márquez; pero, tan pronto perdieron las elecciones, el cura empezó, a través de un alta voz, con una tupida campaña de ataques contra nosotros, inventado acusaciones de las que no ha podido, hasta el momento, ofrecer ninguna prueba, acusaciones y mentiras tan viles, que era sorprendente de que salieran de un "cura".
Aun con todo lo anterior, Antorcha en Huitzilan aumenta su número de simpatizantes; crece y crece, lo que significa que la gente sabe que Antorcha es buena, aunque nos inventen delitos y reúnan falsos testimonios ante tribunales ficticios en donde el juez es nada más y nada menos que el propio ex párroco José Martín.
Nuestra mejor defensa en Huitzilan ha sido el trabajo material y espiritual que ha dado resultados durante 32 años de gobiernos antorchistas. Aunque se lancen todos los calificativos más pesados del idioma contra el trabajo material y sus resultados, nunca les sucederá nada porque los frutos de este trabajo están a la vista; en cambio sí exhibirá a todos aquéllos que están en contra del avance y desarrollo en beneficio del pueblo pobre. En cuando al trabajo de elevación del espíritu, vía la cultura y la ciencia, responderemos tantas veces sean necesarias quienes hemos sido el resultado de la educación científica y política que trajo nuestra querida organización al municipio; somos más de ochenta profesionistas con nombre y apellido en Huitzilan- los que estamos de acuerdo con el proyecto antorchista.
Cuando gobernaban los caciques, sólo ellos se preparaban. No se conoce que en esa época algún indígena haya podido cursar alguna licenciatura. Ahora la gente indígena también sobresale, ya hay buenos abogados, arquitectos, médicos, enfermeras, ingenieros, que llevan como lengua materna el náhuatl, es decir, orgullosamente indígenas. Por el lado artístico también hemos destacado, muchos de nuestros jóvenes conocen el folclor mexicano, lo han bailado, lo cantan, lo declaman o tocan algún instrumento. En la época del cacicazgo, ¿también había esto? Si la respuesta es no, cabe otra pregunta ¿por qué no era así? Y, ¿por qué ahora se ha logrado tanto? Es inevitable la respuesta: se debe al trabajo organizado de Antorcha Campesina.
Por último, es necesario dejar bien claro la diferencia entre los argumentos del expárroco y de Alonso Aco, conocidos por la opinión pública debido a la serie de ataques que nos han lanzado y la defensa que hemos hecho. Primero: Que el ex párroco arremetió contra toda la organización antorchista en general; en cambio, nosotros siempre señalamos que el problema en Huitzilan era el cura Martín Hernández Martínez, que violaba flagrantemente el Art. 24 Constitucional. Jamás acusamos ni por error a la religión en general ni a la grey católica, porque eso nos exhibiría como unos completos irresponsables. En cambio, el expárroco arremetió contra todos, hasta contra los curas que trabajan alrededor de Huitzilan, contra el Vicario Episcopal de Cuetzalan y hasta contra el Arzobispo de la Arquidiócesis de Puebla, y si a alguien le nacieran dudas a este respecto, puede consultar las publicaciones de La Jornada de Oriente de Puebla y de El Universal de la Ciudad de México.
Antorcha ha dado una prueba más de respeto hacia la fe de todos los católicos en general al señalar de manera particular el problema y no generalizar. Y al revés, los caciques y el expárroco han dado muestras de intolerancia y ceguera política porque se lanzan venalmente contra todos los huitziltecos organizados en Antorcha, menospreciando su inteligencia y su capacidad para decidir libremente a qué grupo político pertenecer. En resumen, en Huitzilan Alonso Aco es un magnate que menosprecia el trabajo, el esfuerzo y sacrificio de los constructores de un pueblo que se ha convertido en ejemplo de avance y desarrollo. Dicho de otra manera, tenemos a un Donald Trump en chiquito, es decir, a un Donald Trompudito, para dejarlo en su justa dimensión. Que quede claro: no nos callaremos ante tanta injuria que nos han lanzado, nos defenderemos siempre.
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