El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es una propuesta que elabora el Poder Ejecutivo, por medio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sobre la distribución y objetivos de los recursos públicos para el próximo año fiscal y que remite a la Cámara de Diputados para que sea tomado en cuenta para el análisis, discusión, modificación y eventual aprobación.
Para este año, el PEF 2023 estima un gasto neto de 8 mil millones 299 mil 647.8 pesos y, según Bloomberg, el 51 por ciento de este total irá a solo cuatro rubros: el costo financiero de la deuda pública, las pensiones y jubilaciones, las participaciones a los estados (gasto programable) y los programas prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador (gasto no programable), incluidas, desde luego, las obras emblemáticas de su gobierno (Refinería de Dos Bocas, Tren Maya y Aeropuerto Felipe Ángeles, AIFA), mientras que a las pensiones y jubilaciones se destina 1 billón 333 mil millones de pesos, y finalmente, los programas prioritarios consumirán 600 mil 321 millones de pesos, prácticamente 100 por ciento más que los 331 mil 977 millones de pesos de este año. A la CONADE unicamente se le están destinando 2,524 millones de pesos, un recurso insuficiente y una burla para el deporte mexicano.
Históricamente, año con año, el Gobierno federal ha ido reduciendo el presupuesto que destina a diferentes sectores a los que les preocupa no contar con los recursos suficientes para realizar sus labores esenciales, afectando entre ellos a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), imposibilitando así el actuar de esta dependencia. Desde hace años la falta de recursos ha dejado en el tintero proyectos de infraestructura deportiva, de activación física y deporte en aspectos sociales y el escolar, tal es el caso del Instituto Deportivo Salvador Diaz Mirón, que luego de haber tenido un presupuesto de 130 mdp para su construcción, este fue regresado en dos ocasiones a la federación por negligencia de las autoridad municipal y estatal, motivo por el que, a cinco años de su fundación, el complejo acuático continua inconcluso.
Pero eso no es todo, este año los deportistas universitarios de difentes planteles se verán afectados debido a estos recortes, pues en la Universiada Nacional es el CONDDE, a través de la CONADE, el que puede brindar apoyo a los atletas, contratar entrenadores y también puede brindar diversos apoyos en competencias oficiales tales como: transporte, hospedaje, alimentación, equipo multidisciplinario, material y equipo deportivo, vestuario, calzado, gestión de trámites administrativos, material y asistencia médica y científica, y todo lo que este estrictamente relacionado con el deporte universitario y de alto rendimiento.
Sin embargo, este año será muy complejo tanto para el CONDDE, como para los alumnos deportistas y sus instituciones, puesto que ahora tendrán que intentar resolver de manera individual sus necesidades y esto a la larga, puede traer como consecuencia que se cancele la Universiada Nacional y deje a miles de deportistas sin la oportunidad de participar en estas competencia, y todo esto no es porque que no haya dinero suficiente, sino que se está redireccionando hacia programas sociales y de infraestructura del presidente, incluyendo algunos que parecen ser caprichos que carecen de estudios sólidos para determinar su viabilidad o posibles consecuencias negativas.
Por ello, es imprescindible que la CONADE defienda su presupuesto y, a su vez, designe mayores recursos no solo al CONDDE, sino también a los estados y municipios, para que a su vez estos apoyen, estimulen y coordinen los programas de trabajo para el deporte en sus jurisdicciones, haciéndolos más dinámicos y efectivos para beneficio de los habitantes, porque al dejar de promover está actividad, negándole al pueblo su derecho a la práctica deportiva ya no habrá quienes nos representen a nivel internacional y mundial.
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