Iniciado el proceso electoral 2021 se han evidenciado en Guerrero, Zacatecas y Puebla casos de ataques sexuales perpetrados por personajes pertenecientes a las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), evidenciando la calidad moral, no sólo de los atacantes, sino de todo el partido político -que tiene en sus manos el poder político de la nación-, pues lejos de alzar la voz para exigir a las autoridades competentes que se actúe con apego a la ley para sancionar a los autores de dichos ataques que se les señalan, existe un clima de complicidad, un silencio solapador por las autoridades del propio partido y de sus correligionarios.
Primer caso. Félix Salgado Macedonio, senador con licencia que buscaba la candidatura al gobierno de Guerrero por Morena, fue acusado de violación por tres personas distintas. La última acusación la recibió el partido el 5 de enero. Se trata de un escrito en el que la denunciante “asegura haber sido violentada sexualmente por el C. Félix Salgado Macedonio, solicitando se inicie un procedimiento de oficio y se le tenga a ella como tercera interesada”.
Segundo caso. Se dio a conocer un video donde se aprecia a David Monreal manosear a una compañera de partido. En el video, Monreal pasa por detrás de la candidata Rocío Moreno Sánchez y le toca las nalgas. La mujer reacciona al tocamiento y coloca las manos detrás de la espalda donde acaba de ser manoseada. El candidato a la gubernatura de Zacatecas primero asegura que lo que se ve en las imágenes es “mentira” para después afirmar que, en todo caso, se trata de un “roce involuntario” sacado de contexto. Lo peor del caso no es la agresión en sí, sino que la propia agredida sale a defenderlo.
Tercer caso. El diputado federal por Puebla Benjamín Saúl Huerta Corona fue detenido el miércoles 21 de abril en un hotel de la Ciudad de México acusado de presunta violación a un joven de 15 años; sin embargo, el legislador morenista estuvo sólo unas horas detenido y fue liberado después de que su defensa acreditó que goza de fuero constitucional, por lo que seguirá su proceso en libertad.
Al respecto, el coordinador del grupo parlamentario de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velasco, afirmó que la presunta violación que cometió su compañero de bancada ocurrió fuera de su función como diputado federal y por tanto no le solicitarían a Huerta Corona, quien busca la reelección legislativa, a que deje el cargo de diputado federal.
Así pues, vemos que en Morena está conformado no sólo por políticos mentirosos, corruptos, sino también por depredadores sexuales que usan su investidura de funcionarios para violentar la ley y agredir impunemente a sus semejantes. ¿Y qué dice el partido? Nada, absolutamente nada. Prohijando este tipo de actitudes denigrantes y lesivas para la sociedad, que debieran sancionarse pronta y expeditamente conforme lo marca la ley.
¿Qué podríamos esperar de este tipo de personas en el poder? Como vemos, lo que menos les importa es atender y resolver los problemas de la gente que los puso en ese cargo con su voto de confianza; muy lejos están de entender su función y del uso correcto y la responsabilidad que implica el cargo que, algunos, desempeñan o buscan desempeñar.
Es lamentable y totalmente reprobable este tipo de comportamientos, cuanto y más en servidores públicos. Es obligación de la sociedad impulsar el cambio en la actual clase política decadente y encumbrada en la podredumbre. El próximo 6 de junio, antes de votar por un partido político convendría recordar quiénes se alojan en Morena.
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