Cuando López Obrador visitó Sonora en marzo de 2019 anunció que el subsidio al consumo eléctrico familiar en tiempo de calor (de mayo a noviembre) se mantendría ese año y en el futuro. Hablando de la Gobernadora Pavlovich, dijo textualmente: "Ella me planteó un subsidio especial para el verano, nada más le pregunté si así era antes (y dijo que) sí, pues así va a ser hacia el futuro" (nota del portal político.mx, del 2 de marzo de 2019). Recordemos que ya era un acuerdo desde el año 2016, entre el gobierno de Sonora y Peña Nieto, que se cubriera con ese subsidio a los 72 municipios sonorenses (no sólo a 39, como era antes de ese año). Ahora, en su reciente visita del 19 de febrero, con bombo y platillo AMLO lo volvió a anunciar como si fuera algo nuevo. ¿A qué viene que el presidente vuelva a insistir? ¿Por qué volver a presentarlo como si fuera un nuevo logro cuando ya era un compromiso y simplemente había que ejecutarlo? AMLO lo anuncia otra vez como si fuera una nueva concesión, cuando ya había sido acordado. Es evidente: López Obrador trata de sacarle todo el jugo político posible, toda la ventaja electoral que le pueda dar. Pretende confundir, impresionar al pueblo más sencillo y darle argumentos a sus servidores electoreros para que lo presionen moralmente. Presentar, pues, lo ya otorgado como un nuevo otorgamiento y hacer esto poco antes de las elecciones, es jugar sucio, es un chantaje presidencial que busca votos.
La inversión electorera le costará 504 millones de pesos, aproximadamente… bien aprovechados por la 4T, eso hay que reconocerlo: superaron a los mapaches electorales del pasado; esto va aunado al comentario que hizo López Obrador esta ocasión, también muy adecuado, de que el nuevo Hospital General del Estado, que fue a supervisar, estará listo en junio, ¡justo para la fecha de la elección! Sin ser peñista, es preciso recordar que, a ese hospital, en 2017 también Peña Nieto le destino mil millones de pesos para su construcción; a pesar de haber tantos males y enfermedades que azotan al país, la 4T ha mantenido casi detenida su edificación: estaba planeado que se terminaría en abril de 2020 y lo han retrasado para inaugurarlo en tiempos electorales.
Los sonorenses no deben caer en el engaño: la visita de AMLO es totalmente electorera. Por eso nos visita.
Por un lado, hay apagones con un costo enorme, el último de 1500 mdp, tres veces el presumido subsidio; y, por otro lado, los diputados de Morena, en la Cámara de Diputados federal, autorizaron la modificación a la Ley de la Industria Eléctrica, lo que significará, dicen los grandes capitalistas, un aumento de las tarifas de un 17%, mismo que será pagado por los usuarios o mediante subsidio por el Gobierno federal, es decir, será pagado en última instancia con los dineros del mismo pueblo. Todo incremento los empresarios lo trasladan al pueblo, ya sabemos. Entonces ¿en qué va a quedar el mentado subsidio eléctrico? En más cadenas para el pueblo.
Todos sabemos que las tarifas son un desmadre total, no hay certeza, nadie tiene certeza de que se le esté cobrando lo justo. No conozco a nadie que no se queje de que la CFE le cobre más de lo debido. Todas las personas con las que he hablado del tema confirman anécdotas como la del anciano que vive sólo y que le llegan recibos como si viviera una familia con él: ese anciano que dice: "qué tanto puedo consumir si estoy sólo y me llega un recibo de más de tres mil pesos, ni mi apoyo por ser adulto mayor, que es de 2,700 pesos bimensuales, lo cubre: se lo regreso al mismo gobierno a través de la CFE y todavía salgo debiendo”. O el de la familia cuyos hijos ya se casaron y por tanto ya no viven con sus padres y, sin embargo, le siguen llegando recibos por lo mismo. "A mí me llegó hace unos años, dice otro, un recibo por trece mil pesos, no pude pagar, me cortaron la luz y hasta que hice un injusto convenio y pagué me reconectaron, desde entonces me llega de 7, de 9 de 11 mil, no sé cómo cobra la CFE; me dijeron que el cableado estaba mal, conseguí prestado para cambiarlo totalmente y sigue lo mismo”. Estas son historias que se repiten hasta la saciedad por todo el país, en cada rincón, en cada calle.
Y otra cosa: el dichoso subsidio no se siente en el bolsillo de la gente. Se sigue pagando lo mismo e incluso, no es raro que lleguen recibos más altos cada vez. La gente no ve en su bolsillo una reducción de tarifa que le afloje la soga que le aprieta el cuello. El subsidio de que se ufana la 4T lo desvanecen las altas tarifas que cobra la CFE. La 4T le "da” su propio dinero al pueblo, como si proviniera del bolsillo personal del presidente, le hace pensar que le hizo un favor para que vuelva a votar por su infame proyecto y, acto seguido, se lo quita de un tarifazo. "Pero consumes más energía en tiempo de calor, y si pagaras lo que consumes, entonces te darías cuenta de lo mucho que te ayuda el subsidio&rdquo, podría argumentar el gobierno. Pues sí, pero entonces ¿por qué no se subsidia la electricidad todo el año? "No seas encajoso, tú quieres todo&rdquo, responderá. ¿Pues no que primero los pobres? Bien visto el asunto, tomando en cuenta que México es el catorceavo generador mundial de riqueza, hay suficiente en nuestro país como para que el pueblo pagara una cuota muy baja sin afectar a la industria eléctrica, e incluso como para que los más lastimados no pagaran cuota eléctrica alguna, al menos el tiempo necesario para que pudieran evolucionar a convertirse en contribuyentes reales. Pero la riqueza social está injustamente distribuida, se halla en manos de unos cuantos privilegiados que la 4T no toca ni con el pétalo de un impuestito, y es preciso cambiar este modelo económico neoliberal disfrazado de moreno. Esa es una tarea que nos hemos fijado los antorchistas y para lograrla convocamos al pueblo a unirse con nosotros para tomar el poder político. Lo invito a que lea y estudie lo que plantea Antorcha para lograrlo.
Por lo pronto ¿qué otra cosa hay detrás de la supuesta bondad presidencial? El reconocimiento implícito de que las cosas en Sonora no están bien, de que hay una pobreza lacerante desde antes de la covid-19; el reconocimiento de que las cosas aquí están tan mal, que Sonora no puede salir adelante por sí misma; el reconocimiento de que la idea de que somos un estado de progreso y desarrollo para todos los sonorenses es un mito. No podemos estar pidiendo siempre este tipo de "favores” al Ejecutivo federal, quienquiera que sea, gobierne quien gobierne. Ni esta ni ninguna entidad federativa, se puede entregar cándidamente, o calculadamente si se quiere, a la manipulación de cualquier tipo, ni menos electorera como ahora se pretende. No debemos estar así. La Sonora que han construido las manos de los trabajadores necesita levantar la cabeza y encarar con decisión sus problemas. Ya es tiempo de que se dé cuenta y entienda que no tiene futuro alguno con el proyecto de López Obrador.
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