En el marco del Día del Trabajo quiero recordarles a todos que “los obreros del mundo deben recoger su bandera revolucionaria, reconquistar su pasado de auténtica lucha sindical y su plena libertad de acción para obligar al gobierno y a los patrones a repartir de modo más equitativo la renta nacional, creando empleos para todos, con salarios dignos, mejorando sustancialmente sus prestaciones y gastando más en salud, vivienda y educación de la familia obrera; es necesario que el pueblo libre una lucha política por conquistar el poder, y desde ahí, construir una patria mejor para todos”. Esto lo dijo, hace tiempo, el líder del Movimiento Antorchista Nacional, el maestro Aquiles Córdova Morán.
Morena ya mostró que sólo le gusta quedar bien con la clase adinerada y que reprime a los pobres que lo llevaron al poder.
Las obreras y obreros mexicanos tienen que saber que el Día del Trabajo es de cuna socialista, ya que fue una iniciativa de la Segunda Organización Internacional de los Trabajadores dirigida por Federico Engels.
Se trata de una fecha en la cual todos los obreros deben salir al mismo tiempo a las calles de las principales ciudades del mundo a reclamar a los patrones y a los gobiernos el cumplimiento de sus demandas fundamentales, principalmente la reducción de la jornada de trabajo y la elevación de los salarios. Es decir, el 1 de mayo no es un día de fiesta, sino un día de lucha proletaria, y Antorcha lucha también, de manera fundamental, por los derechos de los obreros mexicanos.
Una vez dicho esto, vamos al tema que hoy nos ocupa por ser de coyuntura. La tarde del 26 de abril, un grupo de treinta policías municipales de Miahuatlán de Porfirio Díaz, en Oaxaca, por órdenes del presidente municipal, el morenista Isidro César Figueroa Jiménez, desalojó de manera violenta a los jóvenes de la Casa del Estudiante “Juan Manuel Celis Ponce”.
El desalojo estudiantil fue ilegal porque no había razones legales, ni de cualquier tipo, para que la policía tomara de manera violenta la casa del estudiante. Se trató, pues, del uso de la Policía municipal oaxaqueña como grupo de choque violento contra el estudiantado de aquel estado, bajo el mando de un presidente municipal emanado de las filas de Morena, un partido político que ya mostró que solo le gusta quedar bien con la clase adinerada y que reprime a los pobres que lo llevaron al poder.
La Casa del Estudiante de Miahuatlán de Porfirio Díaz tiene historia. En el año 2013, un grupo de jóvenes humildes de la FNERRR iniciaron las gestiones para la construcción de un espacio digno en donde pudieran vivir mientras estudiaban la preparatoria o la carrera, espacio que debía servirle a los jóvenes pobres.
En la presidencia municipal nadie los escuchó ni les hizo caso. Los jóvenes entonces hicieron su petición ante el gobierno estatal de Oaxaca, que en ese entonces encabezaba el militante de Movimiento Ciudadano, Gabino Cué Monteagudo, pero tampoco les hicieron ningún caso.
Es decir, vemos cómo los gobiernos se unen para ignorar las demandas del estudiantado pobre en Oaxaca. Finalmente, con la lucha del Movimiento Antorchista Nacional, en el año 2017 se logró la construcción de la Casa del Estudiante con recursos federales.
Como lo dijo el líder antorchista en Oaxaca, Rolando Reyes Lázaro, “el proyecto incluía un comedor, biblioteca, sala de cómputo, servicios de internet y luz, promesa que el gobierno del estado en ese entonces no cumplió”.
Aun con carencias, la casa del estudiante es habitada por jóvenes que siguen exigiendo que se termine cabalmente el proyecto para dar alojamiento a por lo menos cien escolares del municipio y la región.
En Miahuatlán de Porfirio Díaz el 55 % de las instituciones educativas no cuenta con agua potable o su sistema ya es deficiente, el 20 % carece de drenaje, el 40 % no cuenta con instalaciones eléctricas propias y el 85 % no cuenta con internet.
La Sierra Sur oaxaqueña, zona en donde se encuentra Miahuatlán, es una de las regiones más pobres del estado y Miahuatlán está azotada por la violencia. Ante estos graves problemas, que son parte de por qué los oaxaqueños viven en la eterna pobreza, en la migración, en el desempleo y con bajísimos salarios, apoyar la mejora de una casa del estudiante para que los jóvenes estudien una carrera universitaria es una buena oportunidad para comenzar a cambiar el problema de la miseria que por siglos se ha apoderado del estado.
Pero todo eso es algo que no ve ni analiza el gobierno municipal de Miahuatlán, encabezado por un militante de Morena. Y entonces decide no sólo no mejorar la casa, sino sacar a los jóvenes de ahí sin razón de por medio.
El Movimiento Antorchista Nacional y la FNERRR se manifiestan en contra de esa política de represión contra el estudiantado y comienzan, desde este momento, una campaña nacional que terminará cuando a los jóvenes se les regrese la casa de estudiante en las mejores condiciones, equipada con lo que le hace falta. Adelante, muchachos, ni un paso atrás.
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