El domingo 16 de enero, el Lic. Mauricio Vila Dosal, gobernador del estado, emitió a través de las redes sociales, un mensaje a los yucatecos con motivo de su “Tercer Informe de Resultados”, mensaje en el que el mandatario estatal aseveró que, “hace tres años se empezó a transformar Yucatán” y que juntos se continuará haciendo más cambios para servir mejor a las yucatecas y yucatecos, para hacer un México y un mundo mejor.
Destacó como avances de su gobierno, un crecimiento económico de 10.9 por ciento en el primer semestre de 2021 con respecto a 2020, la recuperación de todos los empleos perdidos durante la pandemia y la generación de 11 mil más, para un total de 36 mil nuevos empleos formales, la reactivación del sector turístico, hacer de Yucatán, una tierra fértil para inversionistas, fortalecimiento del estado como el más seguro de todo el país; en el ámbito educativo, más y mejores oportunidades para los jóvenes y el impulso en la transformación de la salud y la atención médica.
Con respecto a la situación que padece el 49.5 por ciento de los yucatecos, dijo: “No podemos estar completamente satisfechos mientras aún la pobreza y la marginación dañen la vida y las oportunidades de miles de familias yucatecas. Por ello nuestro empeño en mejorar las condiciones de acceso a la salud, a la educación, a la alimentación, y a empleos mejor pagados”, afirmó que, “al mismo tiempo que se promueve la atracción de inversiones, se seguirán impulsando programas de desarrollo y asistencia social que ayuden a las familias yucatecas más pobres sin comprometer su libertad, creatividad e iniciativa”.
De acuerdo a los resultados de la Medición multidimensional de la pobreza 2018-2020 que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval): Yucatán es de las entidades donde más creció la pobreza en el 2020 tras la llegada de la pandemia provocada por la Covid-19, razón por la que durante la actual administración que encabeza Mauricio Vila Dosal, 164 mil 600 personas de la población del estado se sumaron a las filas de la pobreza, que creció de 44 a 49.5 por ciento, por lo que ahora, uno de cada dos yucatecos viven en esa condición y colocó a Yucatán como la quinta entidad federativa con mayor incremento de pobres.
Según los datos del Coneval, en 2018 existían 992 mil 300 yucatecos en pobreza, en 2020, la población en esa condición es de un millón 156 mil 900; de estos, quienes viven en pobreza moderada, pasaron de ser 844 mil 700 en 2018 a 893 mil 200 en 2020, es decir, de 37.5 a 38.2 por ciento de la población, lo que colocó al estado en la novena posición nacional, por una variación de 0.7 por ciento en dos años.
Respecto a la pobreza extrema, la situación es peor. Según el mismo reporte, el número de yucatecos que padecen esta situación, se incrementaron en 116 mil 100 personas al pasar de 147 mil 600 a 263 mil 700; es decir, el 11.3 por ciento de la población total del estado vive en pobreza extrema, hecho que coloca a Yucatán como la tercera entidad con el mayor crecimiento en este rubro.
Además, según la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Yucatán, es el estado de la Península con mayor número de personas en edad productiva sin trabajo, en la entidad existen 281 mil personas desempleadas, de las cuales 272 mil 570 son mujeres que no pueden insertarse al mercado laboral, debido a que realizan labores domésticas o cuidan niños, personas enfermas o familiares con alguna discapacidad. -Poresto.net 18 de enero de 2022-.
El panorama nada halagador que revela el incremento de personas en condición de pobreza en la entidad, choca con el Tercer Informe de Resultados del actual gobierno estatal, deja ver que el estado de cosas se sigue complicando para las miles de familias yucatecas, que día con día ven agravada su condición social, económica y de salud, y que la preocupación del gobierno por mejorar esta situación, quedará en eso, en buena intensión sino se reorienta el gasto social que realiza el estado, y se invierte en beneficio de los sectores más pobres que son los que más necesitan.
La depauperación de la población yucateca, se evidencia principalmente en cinco de los municipios urbanos y más poblados del estado: Mérida, Valladolid, Tizimín, Kanasín y Umán, que concentran el 40.8 por ciento de la población en pobreza de la entidad. No es casual, que la población rural emigre a la capital y que aquí sigan creciendo los cinturones de pobreza, donde proliferan las “invasiones”, lugares en los que se han establecido cientos de familias humildes que han visto mermada su situación de vida o que han perdido su empleo y no pueden pagar la renta de un espacio donde guarecerse; se han establecido a pesar de carecer de las condiciones mínimas de bienestar social pues no existe agua potable ni electrificación, mucho menos servicios de salud o educativos; es decir, viven en condiciones de pobreza extrema.
Procurando coadyuvar en la solución del problema, 37 mil yucatecos adheridos al Movimiento Antorchista en la entidad, de manera organizada y priorizando las necesidades de obras y servicios más urgentes en colonias y comunidades pobres de distintos municipios, hemos acudido de manera reiterada ante distintas dependencias del gobierno estatal para solicitar la incorporación de miles de familias en los diferentes programas de carácter social, sin encontrar, hasta la fecha, eco a nuestras peticiones.
Nuestras principales demandas son: regularización de colonias en los municipios de Mérida y Kanasín, entrega de lotes habitacionales para 450 familias meridanas, mejoramiento de vivienda (cuartos, baños, cocinas, pisos, lámina), oficialización de la preparatoria de nueva creación “Felipe Carrillo Puerto” ubicada en Kanasín, insumos agropecuarios para dos mil 500 productores, electrificaciones, aguas potables, pavimentaciones de calles, despensas y paquetes de materiales para artesanos, entre otros.
Por tanto, si la preocupación del señor gobernador de Yucatán es abatir la pobreza y la marginación de miles de familias yucatecas, es genuina, debe resolver las sencillas y justas demandas de los antorchistas, que buscan mejorar las condiciones de acceso a la vivienda, a la salud, educación, alimentación, impulsar el empleo y la actividad productiva de los ciudadanos yucatecos muy pobres.
Caso contrario, Yucatán seguirá entre el discurso gubernamental optimista y un crecimiento de la pobreza e inequidad que descompondrá cada vez más la estabilidad social y será tarea del pueblo yucateco organizado, tomar en sus manos la honrosa responsabilidad de transformar su entorno social en beneficio de todos los ciudadanos de la entidad, para construir una sociedad más generosa para los que siempre han carecido hasta de lo indispensable.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario