MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En Oaxaca y Veracruz el pueblo pobre sigue olvidado

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Este lunes 22 de julio fue celebrado el primer Lunes de Cerro que da inicio oficial a la Guelaguetza 2019, evento que cada año se realiza en la ciudad de Oaxaca y que atrae a turistas de todo el planeta. Esta celebración folklórica tiene sus raíces en las tradiciones de los pueblos autóctonos de las 8 regiones oaxaqueñas, que desde tiempos ancestrales se reúnen en esta ceremonia dedicada a la deidad prehispánica del maíz, la diosa Centeótl. Con el tiempo se ha convertido, por un lado en un suculento negocio para la iniciativa privada que participa de su organización y promoción para atraer turismo y por otro lado en una manera de ocultar el olvido y la marginación en la que viven los indígenas oaxaqueños y del país entero. Este espectáculo que hace uso de los bailes, poesía y música del pueblo es una celebración que mantiene excluida de sí misma a los herederos de todo ese legado cultural.

Los contrastes son claros, el mismo día en que se inauguraba la Guelaguetza, marchaban por las calles de la ciudad de Oaxaca más de 7 mil campesinos, colonos, amas de casa, estudiantes y maestros, la mayoría de ascendencia indígena, exigiendo que el gobernador Alejandro Murat Hinojosa cumpla con los compromisos que ha adquirido con ellos de resolverles sus demandas de obras y servicios para sus pueblos y colonias. Los manifestantes, integrantes del Movimiento Antorchista, solicitan demandas elementales como vivienda, drenaje, pavimentaciones de calles y caminos, agua potable, electricidad, infraestructura educativa, etc., servicios de los que carecen y hacen su vida, ya de por sí sumida en la pobreza, aún más miserable. Para nadie es un secreto que Oaxaca es una de las entidades de la República con mayor número de pobres y al gobernador parece no importarle esta situación.

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Los antorchistas se retiraron anunciando que seguirán movilizándose en mayor número para que les resuelvan, seguros de que tienen el respaldo de todos sus compañeros del país, cosa en la que no se equivocan, aquí estamos los veracruzanos para cuando se requiera.

Al primer Lunes de Cerro asistió el gobernador constitucional de Veracruz, Ing. Cuitláhuac García Jiménez, se le veía contento, en su cuenta de Twitter manifestó sentirse orgulloso de la cultura del pueblo veracruzano y oaxaqueño. Sin embargo, su actitud hacia el pueblo veracruzano, en particular con los sectores más vulnerables, es absolutamente igual a la del gobernador Murat, a pesar de que uno es morenista y otro priista. Hace dos semanas los antorchistas de Veracruz marchamos en la ciudad de Xalapa y cuando llegamos a Palacio de Gobierno, las puertas fueron atrancadas y ninguna comisión salió a recibirnos, también Cuitláhuac hace gala de ignorar al pueblo que protesta. Las demandas de los antorchistas de Veracruz son prácticamente las mismas que las de los oaxaqueños, son las exigencias de un pueblo sumido en la pobreza que lo único que pide es que se le regrese en forma de obras y servicios una parte de la riqueza nacional que produce con su trabajo. También los veracruzanos seguirán luchando, como lo anunciamos, en 15 días regresaremos en mayor cantidad que la última vez.

Tanto Alejandro Murat como Cuitláhuac García, a pesar de sus supuestas divergencias ideológicas partidistas, se comportan de la misma forma, poco les interesa el sentir y los problemas del pueblo pobre. Ambos, casi al mismo tiempo, salieron a declarar la emoción que les produce la creación del Corredor Transístmico de Tehuantepec, que contempla la creación de una importante red de transporte ferroviario y carretero que conecte a los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz (que serán remodelados) así como la creación de parques industriales y comerciales en toda esa franja de poco más de 200 km. Este proyecto es uno de los principales que está impulsando el presidente López Obrador, pensado como "detonador del desarrollo en el sureste del país", a pesar de la inconformidad de infinidad de grupos ambientalistas e indigenistas y de la opinión de empresarios y economistas que dicen que el Corredor demorará décadas en funcionar.

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Estar en contra del desarrollo es irracional, seguramente la existencia de estas obras atraerá mucha inversión privada con la consiguiente creación de empleos, pero poco servirán si los salarios siguen siendo tan ridículamente precarios como ahora y si no se realiza una reforma fiscal en donde los que más ganan, es decir, las grandes empresas y sus dueños, paguen más impuestos para que se siga invirtiendo en el desarrollo del país. Si no se realizan cambios profundos en el modelo económico, no habrá ningún gran desarrollo para la clase trabajadora y empobrecida, el Corredor Transístmico como la Guelaguetza será otro jugoso negocio para la burguesía extranjera y nacional y servirá para completar el saqueo y despojo neoliberal, tan criticado por el Lic. López Obrador.

Finalmente, en su declaración del día de ayer, el gobernador veracruzano, anunció que en el proyecto se invertirán poco más de 230 mil millones de pesos, de los cuales 100 mil millones provendrán de inversión pública. Si el gobierno dispone del recurso de todos los mexicanos para apoyar al desarrollo del capitalismo, ¿no podrá con una ínfima cantidad de ese dinero, resolver las demandas tan elementalísimas que exigen tanto los oaxaqueños como los veracruzanos pobres? Todo apunta a que no tienen la disposición de hacerlo, por ello los antorchistas en Oaxaca y Veracruz seguiremos luchando por separado o juntos, de llegar el momento. No importa cuánto pretendan Murat o García Jiménez hacer oídos sordos ante las protestas; la falta de obras y servicios no desaparecerá con ello, antes bien las masas empobrecidas se organizarán en mayor número, para obligarlos a que cumplan con su deber o para quitarlos y suplantarlos por mejores gobernantes. Esa es la advertencia y ese el llamado.


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