En medio de la calamidad social que enfrentamos en el país con el problema del Coronavirus y de sus efectos que ya resienten los sectores populares, los gobernantes morenistas ya hallaron la forma de aprovechar las circunstancias para promocionarse, para manipular al pueblo y congraciarse con sus allegados, o para acabar con los enemigos políticos.
Casi todos los días amanecemos con alguna declaración descabellada o de humor negro por parte del presidente de la República o de algún gobernador morenista (más frecuentemente los de Puebla o Veracruz), pero ya no se sabe si se tratan de torpezas involuntarias o de una actitud calculada para desviar la atención sobre verdaderos agravios que se cometen contra el pueblo, principalmente, contra los que se atreven a organizarse para participar en la vida pública.
Mientras los hospitales no tienen material de curación y los médicos exigen hasta lo más elemental (incluido un protocolo) para atender el problema del Covid-19, mientras la población está en pánico tanto por la posibilidad de contagiarse como por la muy alta probabilidad de morir de hambre, vemos al presidente tan campante saludando a familiares de narcotraficantes y evitando seguir con lo que recomiendan los propios integrantes de su gabinete responsables de la salud; así mismo, miramos la desfachatez inaudita del gobernador veracruzano para "informar" de un dizque acuerdo para apoyar a la economía de los veracruzanos "vulnerables", y observamos las burdas ocurrencias de un acomplejado gobernador de Puebla con sus "recomendaciones" para enfrentar al coronavirus.
Pero hay cosas que no vemos, pero que son peligrosas. Por ejemplo, tanto en Veracruz como en Puebla, los gobernadores, Cuitláhuac García Jiménez y Luis Miguel Barbosa Huerta, aprovechan el miedo generalizado que concentra la atención, para perseguir y, de ser posible, exterminar a quien consideran su más peligroso enemigo: el Movimiento Antorchista.
Cuitláhuac, un personaje gris, llegó a gobernar al tercer estado con mayor padrón electoral del país, gracias al efecto López Obrador. Y, lejos de sus fanfarronadas de que resolvería de inmediato la inseguridad y la pobreza, la realidad en Veracruz es cruda y alarmante, veamos: "Entre enero y octubre de este año, en Veracruz se registraron 42,441 delitos, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)...1,173 carpetas fueron abiertas por homicidios dolosos, 147 por feminicidios, 272 por secuestros y 456 por extorsiones. La cifra de casos de feminicidio pone a Veracruz en primer lugar en este terreno en todo el país..." (https://politica.expansion.mx/estados/2019/12/01/).
En relación con la pobreza, las cosas no andan mejor: "2.5 millones de veracruzanos (50% de la población ocupada) se encuentra en "Pobreza extrema por ingresos", ya que su ingreso laboral mensual no es suficiente para adquirir una canasta básica de alimentos cuyo precio es de 1,569 pesos (ya sea porque el ingreso es inferior a ese precio, ya sea porque de ese ingreso depende más de una persona). Esto hace que el estado ocupe el 6º lugar entre los estados de mayor población en pobreza...Esta situación prevalece, aunque Veracruz es la 5ª economía estatal más grande el país, a pesar de lo cual, el valor de la riqueza por persona (PIBE per cápita) lo ubica en el 24º lugar...Por esto, es urgente implementar una estrategia de desarrollo que permita aumentar la riqueza que se genera año con año. Y que lo haga a una velocidad mucho mayor de lo que crece la población y en una magnitud que impida que se sigan deteriorando las condiciones de vida de los veracruzanos...Para que esto suceda se requiere que el PIBE de Veracruz crezca a una tasa de 12% promedio anual. Sin embargo, eso será prácticamente imposible que ocurra en los próximos seis años, porque el actual gobierno carece de una estrategia económica capaz de generar esa magnitud de crecimiento. Eso queda claro al revisar el Plan Veracruzano de Desarrollo 2019-2024, el cual carece de una política económica que pueda propiciar una gran transformación económica..." (https://plumaslibres.com.mx/2019/06/11/).
Ante esta situación y los efectos de la pandemia que vivimos, el Movimiento Antorchista en Veracruz y en el país, que siempre ha encabezado la lucha del pueblo pobre, pidió que el gobierno instrumentara una serie de medidas de apoyo para ayudar al pueblo pobre a enfrentar la tragedia social. Las medidas formuladas son básicas para ayudar a las familias más humildes a sobrevivir. Ello sólo causó al gobierno de Cuitláhuac tal escozor que no hizo esperar su burda respuesta: persecución, extorsión, secuestro y amenazas directas a activistas antorchistas y a jóvenes que considera cercanos al antorchismo, disimulados apenas con número telefónico extraño; la meta es amedrentarlos para que, muertos de miedo, dejen de defender al pueblo y de formular exigencias populares.
En Puebla, en tanto, el gobernador Miguel Barbosa Huerta disfruta de sus caldos de pollo y mole de guajolote, después de que fue exhibido por sus declaraciones burdas en semanas anteriores contra la libertad de organización política y sus las medidas legaloides que mandó decretar al Congreso Local poblano con dedicatoria a los antorchistas; ha pasado la horca y el cuchillo a manos de serviles personajes que desde instituciones como el Instituto Estatal Electoral (IEE) y el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) le hacen el trabajo sucio.
Contraviniendo los mensajes del gobierno federal en el sentido de que se suspenden las labores no esenciales, los magistrados del TEEP se encerraron a sesionar (como una mafia) para "confirmar" la negativa al Movimiento Antorchista Poblano (MAP) y a sus más de 40 mil afiliados de constituir un nuevo partido político estatal, atentando contra un derecho constitucionalmente establecido de participar en la vida pública del país, conculcando el principio de certeza jurídica que debe subsistir en todos los actos validados por un organismo legal (el IEE), pisoteando la necesidad de ponderación de derechos de una persona para vulnerar los de decenas de miles de ciudadanos y, para terminar, haciendo el ridículo de reconocer como representante legal de una A. C. que ni siquiera autorización para su nombre obtuvo de la Secretaría de Economía. El TEEP lo hizo a sabiendas de que los agraviados no podrán protestar sin arriesgarse a que la opinión pública los ataque de alterar la cuarentena decretada.
Además de declarar "infundados" todos los agravios documentados y probados del IEE contra el MAP, después de autorizar el procedimiento y validarla para, finalmente desconocer la legalidad de sus propios actos, en su resolutivo el TEEP lanza amenazas veladas para dejar claro a los agraviados que no deben intentar nada más. En el punto OCTAVO se da vista a la Fiscalía General del Estado de Puebla para que "inicie" las investigaciones en torno a otros actos, que ya fueron esclarecidos previamente y, remata en el punto NOVENO, donde en tono amenazante: "Se ordena al Secretario Ejecutivo del IEE iniciar y dar trámite de ley a los procedimientos sancionadores correspondientes, por la probable comisión de violencia política de género y violación de los derechos políticos electorales manifestados...así como por las diversas infracciones a las disposiciones del CIPEEP..." (https://www.teep.org.mx/comunicados/2248-comunicado-num-11-31-03-2020). Es decir: a los integrantes del MAP se les niega cualquier derecho, pero por si se inconformaran, se les advierte que caerá la espada de Damocles que pende sobre sus cabezas (la "ley").
Así pues, las instituciones y las leyes en Veracruz y Puebla parecen estar en manos simiescas y siniestras, que aprovechan la calamidad social como el medio más sucio (y más eficaz, según ellos) para eliminar a enemigos políticos. Cuitláhuac y Barbosa son la avanzada para ensayar el estado dictatorial estilo Calígula, que busca Morena para el país. La pregunta es si la sociedad reaccionará a tiempo o ya ante hechos consumados, porque los antorchistas estamos plenamente conscientes del peligro y estamos preparados no sólo a resistir solamente, sino a enfrentar a los demagogos, enemigos del pueblo, lo haremos con argumentos, razones, trabajo, pero más aún con la educación y la organización del pueblo. Invitamos a todos los trabajadores, a todos los sectores y grupos, a enfrentar todo tipo de amenazas sociales y políticas contra nuestra patria como un solo hombre y un solo ideal.
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