MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La ingratitud es hija de la soberbia

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Para este año, los ingresos como los egresos y la política de finanzas públicas para el ejercicio del presupuesto, son un tema de trascendental importancia, incluyendo los grandes temas nacionales y uno de carácter internacional, que desde hace un año está azotando a cientos de países, pues la cantidad de infectados y de los desafortunados decesos en nuestro país como en el mundo, han ascendido a 2.46 millones, la cifra por sí sola, es aterradora; y el presupuesto aprobado en noviembre del 2020 por los diputados -que en su mayoría son morenistas- no cumplen con las necesidades que los mexicanos demandan.

La crisis económica, energética, educativa, de salud, de seguridad, laboral y social ha sido provocada por las malas decisiones del gobierno federal, principalmente; y en segundo término, la pandemia de la covid-19, nos han mostrado que se requiere en los gobiernos estatales y en sus congresos, como en el mismo Congreso federal, pluralidad democrática para que las malas decisiones de un individuo y su camarilla de delincuentes voraces, no afecten a millones de mexicanos, pues hasta ahora en 27 meses de gobierno han modificado el marco legal a su antojo. Contraviniendo los principios básicos del derecho y olvidando la progresividad constitucional para tener un cuerpo legal a la vanguardia, han optado por enmiendas que traen retrocesos y caos económico, como, por ejemplo, la desaparición del outsourcing. Quieren apostar a una reforma energética en donde se perderían millones de pesos, de acuerdo con especialistas; y peor aún, que la energía eléctrica en los hogares y en todos los sectores aumentaría de costo.

Aquí la importancia de tener legisladores que no comulguen con la ideología retrógrada, injusta e inconstitucional del presidente, porque al tener un equilibrio en el poder, los programas sociales, como muchos beneficios, tales como las guarderías o estancias infantiles, medicamentos para los enfermos de cáncer, apoyos a la mediana y pequeña empresa, como a las familias pobres de comunidades rurales o indígenas; regresarían con la presión popular.

Ahora nos toca ver y examinar a los candidatos de la oposición que competirán contra los barbajanes del partido oficialista, porque estos candidatos deben conocer las raíces de las causas de la pobreza, la desigualdad, y el abandono. Los que abanderen una candidatura del partido que sea, deben ser candidatos naturales del corazón del pueblo, líderes que han sufrido y vivido las injusticias sociales de un sistema decrépito llamado neoliberalismo, y que el gobierno actual, si bien ha manifestado terminar con este decaimiento, más bien en su actuar pareciera ser fiel partidario de lo que dice querer extirpar. Porque este gobierno es usuario frecuente de la traición, de la cerrazón, la mentira, el escarnio y el vituperio, y avasalla a aquellos que no han podido alcanzar un grado de estudio para defenderse de la manipulación histriónica que todos los días promueve desde Palacio Nacional.

Sin duda, la ingratitud es hija de la soberbia, así dice un aforismo, que en tiempos de la 4T viene a recordarnos que, en campaña prometen ayudar a los más pobres diciendo que “va a bajar la gasolina” y que lo hecho por los gobiernos anteriores “nada sirve”. Los candidatos a diputados, o alcaldes por el partido oficialista Morena, dirán que habrá más apoyo y que estamos así porque el PRIAN se robó todo, y que la pandemia ha sido la causante del retroceso. Mienten, señores precandidatos y futuros candidatos: esto que estamos atravesando y que tardaremos más de 5 años en regresar a una estabilidad económica como antes de la pandemia, es por causa de las malas decisiones del presidente. No hay eficiencia en el gobierno, ni eficacia en el ejercicio de sus funciones.

En 2021 y los próximos años, el tema de la salud será predominante, pero no le importa al gobierno, pues programas que se relacionan con prevención, vacunación, infraestructura y mantenimiento de la SSA, IMSS e ISSSTE, presentan recortes en presupuesto. Aún mayor es la ingratitud de este gobierno con la sociedad, pues el Insabi, creación de esta 4T, en su iniciativa de creación decía que dotarían de 40 mmdp al programa, y en el presupuesto sólo le asignan 9 mil 538 mdp, es decir, 23% de lo que hablaban; por tanto, la salud, la educación, la prevención del delito y un sistema de justicia robusto y eficaz, para el gobierno mexicano no es primordial, no reconoce el fundamento constitucional y humano de estos temas trascendentales, menesterosos para los mexicanos.

Nuestra tarea debe continuar en un frente opositor firme, no debemos ceder un paso más. Nuestro grito es de fraternidad nacional, incluyente, tolerante en igualdad de libertades, no más abusos autoritarios, represivos, lacerantes de los derechos naturales que como personas poseemos, y la ley consagra en su espíritu profundo, pero que en la ambición de los que ejercen el poder, se torna letra muerta; por eso, debemos apretar el paso.

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