En varios municipios del estado de Tlaxcala, como la misma capital, Ixtenco y Huamantla, algunas personas se han acercado con el Movimiento Antorchista para plantear necesidades diversas, entre las que se encuentra la falta de vivienda. Lo hicieron porque saben que en la organización ha creado colonias para resolver, precisamente, ese problema.
Resulta que las estadísticas sobre la vivienda en México son alarmantes; Empezando por Tlaxcala. Según datos del Inegi, el estado figura entre Oaxaca, Guerrero, Chiapas e Hidalgo porque el 57.3 por ciento de su población ha autoconstruido su casa, es decir, en Tlaxcala y en esos otros lugares no hay apoyos de vivienda. Los datos muestran que la mitad de la población tiene que gastar su propio dinero para hacer su patrimonio.
Alguien podría decir que por eso existen los créditos, pero resulta, también, que la gente debe rentar porque el 51.4 por ciento de la población no tiene acceso a esa forma de financiar una vivienda. Además, aunque tuvieran acceso, todos tenemos mínimo un familiar que lleva trabajando toda su vida para pagar una casita en la que si entran los muebles se deben salir las personas.
Ese es otro dato interesante. Las casas en México son pequeñas, el 41.3 por ciento de las viviendas en el país miden de entre 56 a 100 metros cuadrados, peor aún, el 28.1 por ciento de la población viven en casas menores a 55 metros cuadrados. Significa que casi la mitad del país vivimos hacinados.
Última cosa. De acuerdo con el levantamiento de datos de octubre a noviembre de 2020, realizado en más de 55 mil hogares que realizó el Inegi, se da a conocer un estatus parcial de la vivienda, justo en medio del gobierno de la autollamada Cuarta Transformación: “México tiene un déficit de 8.2 millones de viviendas. Según el Inegi, se requiere esa cantidad de viviendas de las cuales: 56.8 por ciento acudirá a préstamos informales o recursos propios, 37.8 por ciento acudirá a Infonavit, y solo 12.2 por ciento acudirá a pedir crédito a una institución privada”.
Pues bien, entre este mar de datos está nuestra organización que apoya e invita a la población a organizarse para formar colonias populares y, de esta manera, poder resolver su necesidad de vivienda digna. Pero la lucha que siempre enseña nos ha llevado a aprender más. Resulta que no basta con conseguir un terreno a bajo costo pues, aunque lo tengas, es difícil acceder a algún tipo de crédito. Y en el supuesto de ya contar con una casita, aunque sea endeudado por otros lados, hay que ver que esa casa tenga acceso a los servicios básicos.
Resulta que vas a pedir apoyo al gobierno para que instales el drenaje y no hay dinero; que hace falta luz eléctrica, no hay dinero; agua potable, no hay; alumbrado público, no hay; escuelas para tus hijos para ya no llevarlos lejos, no hay dinero; y así… no hay, no hay, no hay.
Por lo tanto, la lucha que en un principio era por vivienda digna, se transforma en una lucha más grande, primero por todas las necesidades básicas que tiene el pueblo de México, y luego por su liberación definitiva
En muchos lugares del país y del estado hemos dado esa lucha, durante muchos años y hemos resultado victoriosos. Que nadie olvide que empezar a luchar es lo importante. Mientras permanezcamos unidos y organizados lograremos cualquier cosa que nos propongamos.
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