Actualmente, estamos inmersos en una sociedad totalmente cambiante, y que ha tenido transformaciones que se deben a muchos factores, principalmente por las tecnologías y aspectos o fenómenos sociales que están llevando a un deterioro humano en los diferentes sectores. En nuestra región lagunera, hay espacios o poblaciones que reflejan un deterioro completo, pues las familias proyectan una transformación negativa al interior, y esto se refleja a las afueras de esta.

Muchos niños y jóvenes en la actualidad resultan con problemas emocionales por una familia con carencia de uno o varios integrantes, pues es “normal” que el padre se ausente por no cumplir con su responsabilidad, o que trabaje para poder tener algo de “estabilidad” económica, mientras que la madre ya se ha dedicado a trabajar y permanecer por mucho tiempo fuera del hogar, y que estas dos figuras hacen falta a los niños y jóvenes, lo cual repercute contundentemente en la formación y educación de éstos últimos. Este problema es fuerte, pues está generando muchos niños y jóvenes con problemas de emociones, psicológicos y que en una cantidad considerable de casos, los niños y jóvenes no tienen quien les oriente y caen en problemas fuertes en la sociedad, y que hay problemas severos de drogadicción, o que se suman a pandillas o a otros niveles de delincuencia que tiene en jaque al resto de la sociedad que busca hacer una vida tranquila y sin complicaciones.

Este deterioro de la sociedad que se está marcando, se debe a factores socioeconómicos o una inestabilidad emocional de muchos de los integrantes de cada comunidad o sector social, y que es urgente atender, pero la prioridad para muchos de los que integran esta población lagunera no es esto, sino lo económico y no hacen a un lado por un momento lo material y se reflexiona en lo no material, en lo emocional y formativo, lo cual está generando cambios adversos en la sociedad, en la forma de ver la vida para muchos de las nuevas generaciones, de esas generaciones que son las próximas en tener el rumbo de todos en sus manos. Es un gran porcentaje de jóvenes que no tienen un plan de vida, que no tienen idea de cómo ganarse la vida en años venideros, sin embargo, si están enfrascados en buscar maneras para perjudicar a los demás, en buscar cómo adquirir esas sustancias que les “hacen salir de la realidad”, que se enfocan en sacar unos pesos para pasar el momento, y no generar algo productivo o analizar la situación que se vive. Este proceso que se vive, es algo llamativo, es algo que se debe mejorar en el interior de la familia, y llegar a la conclusión de que es urgente dejar valores y convicción firmes en estas nuevas generaciones que vienen, porque de seguir así, el futuro será demasiado adverso, demasiado incierto.

En lo que respecta a la autoridad gubernamental en la región, en el estado y en la federación, tienen algo que aportar, y es mejorar la política económica que mejore las condiciones de vida de cada hogar, de contar con mejores empleos y mejorar el tema de seguridad, pero en sí, reducir la presencia de sustancias que están generando una sociedad totalmente deteriorada y unas familias conformadas por integrantes que les sobra responsabilidad y carecen de compromiso para cumplirlas, o simplemente no pueden cubrir tanto por hacer.