La mayoría de los mexicanos coinciden en que la descomposición del tejido social se agudiza, que las estrategias superficiales que han aplicado a medias los gobiernos anteriores y actuales no han atacado las causas de raíz para resolver el problema. Se afirma que mientras no se resuelva la profunda desigualdad que sufren las inmensas mayorías, en todos los rubros sociales —tanto en lo económico, político, educativo, infraestructura básica, salud, cultural, deportivo, etc.—, ese antagonismo entre la minoría que tiene todo y la mayoría que no tiene nada se respira en cada paso que damos en todos los núcleos sociales del país. Esto se refleja en los datos oficiales de cuántos mexicanos practican alguna disciplina artística; en su mayoría, no lo hacen porque no cuentan en donde viven con infraestructura, instructores y becas. El porcentaje de mexicanos que practica una de las artes es bajo: danza o baile 7%, música 13%, poesía y teatro 0.3%, escultura 0.1%, arquitectura 1%, pintura 0.3% y el cine 0.003%. Cuando la meta debería ser que cada uno de los mexicanos practicara alguna de las artes para adquirir conocimientos, desarrollar habilidades y potenciar capacidades. En general, un 48% de los mexicanos no muestran interés por practicar o apreciar alguna de las disciplinas artísticas; esa es una clara manifestación de la descomposición social en que vivimos. Estamos atrapados consumiendo eso que le llaman “cultura chatarra” que enferma y corrompe las mentes, y que se vende a altos costos, arrojando ganancias millonarias para unos cuantos.
La inversión gubernamental para cultura en el año 2025 es de 12,081 millones 496 mil pesos, una disminución de un 27.8% con respecto al 2024. Se destina en promedio 92 pesos al año por mexicano para promover el arte y la cultura; esta es la prueba en los hechos de la poca importancia que le da el gobierno actual a la cultura. Esta es una prueba contundente de que en los hechos no hay una inversión con un monto significativo que se necesita en los estados y municipios para lograr que cada mexicano, de la edad que sea e independientemente de a lo que se dedique, tenga la oportunidad de practicar alguna de las disciplinas individuales o grupales en su colonia, barrio o comunidad, ya sea en las zonas urbanas o rurales. De ahí la importancia de rescatar, preservar, difundir y masificar la práctica de las artes, la cual no debe estar a discusión.
Como nación, somos un abanico de tradiciones, desde un baile folklórico yucateco hasta un calabaceado californiano, desde un son de marimba chiapaneco hasta un zapateado tamaulipeco, desde un son de tierra caliente guerrerense hasta un fandango veracruzano, desde una danza de cuchillos tlaxcalteca hasta una danza tarahumara chihuahuense. Al final, la práctica de nuestras danzas y bailes tradicionales despertará en cada uno de nosotros esa gran sensibilidad y nos hará más grandes, libres y valientes, el prototipo del ser humano que necesitamos. Los diversos estilos de música mexicana que se presentarán en los escenarios de los foros podrán apreciarse: mariachi, norteño, corridos, banda, ranchera, son jarocho, son huasteco, trova yucateca, música sierreña, quebradita, tejano, sones de tierra caliente y costeños; se tendrá la oportunidad de intercambiar los estilos de nuestra música. La declamación de poesías de grandes poetas mexicanos —Manuel Acuña, Antonio Medís Bolio, Sor Juana Inés de la Cruz, Mariano Azuela, Ramón López Velarde, Rosario Castellanos—, en cada poesía interpretada dejará un mensaje en los espectadores. Durante el concurso de oratoria, cada discurso dejará una nueva idea en la mente del pueblo que lo escuche, que hoy más que nunca lo necesita: educarlo, organizarlo y ponerlo de pie para luchar en pro de la defensa de sus derechos. Todo este ambiente se vivirá en cada escenario de Tecomatlán durante la semana de Espartaqueda.
Por eso, la XXI Espartaqueada Nacional Cultural es un acto único, donde se reúnen los sectores sociales de todas las edades de los extractos sociales más humildes para encontrarse en los diferentes escenarios donde se presentarán cientos de números artísticos de alta calidad de forma gratuita para el disfrute y formación de todos los que quieran ir a apreciarlo. El evento cultural se realizará del 5 al 13 de abril en los escenarios de Tecomatlán, Puebla; es un evento del pueblo para el pueblo, que por medio de la práctica del arte en cada escenario elevamos un grito de protesta en contra de los injustos tiempos actuales y de los malos gobiernos. Pero también es un espacio donde las almas de los humildes vibrarán de gran emoción por la práctica o el disfrute en cada número artístico. Por ello, en Antorcha afirmamos que “Las bellas artes deben convertirse en un instrumento por medio del cual se debe conocer y entender la realidad, para poder inmiscuirse en lo más profundo de las desigualdades e injusticias sociales y enseñar al pueblo la injusta y desigual realidad política y económica existente, para que nunca se canse de luchar hasta lograr cambiarla. Esa es la gran tarea.”
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