A mes y medio de la toma de protesta, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Paquete Económico 2025, lo que sin duda tiene a una buena parte de los mexicanos con dudas, pues es este paquete lo que definirá en qué se va a gastar el gobierno el dinero de los contribuyentes.
Recordemos que el gasto público es el dinero que utiliza el gobierno para cumplir con sus funciones. Este dinero proviene, en gran medida, del pago de impuestos por parte de los ciudadanos. En el Paquete Económico presentado ante la Cámara de Diputados el pasado 15 de noviembre por el Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, se plantea la forma de cómo se gastará el dinero el próximo año y se considera el documento de política pública más importante del país porque en él se reflejan las prioridades gubernamentales.
En 2025, la salud pública dispondría de 122 mil 668 millones de pesos menos, representando solo el 2.5% del PIB, una cifra muy alejada del 6% recomendado por la OMS.
Vale la pena saber cuáles son las prioridades de este gobierno, que como ya sabemos, es continuación del pasado que encabezó el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que dejó a millones de mexicanos con un muy mal sabor de boca, pues lejos de resolver los problemas nacionales como la inseguridad, la educación, el campo, la infraestructura carretera, el sector salud, entre otros, se dedicó a señalar y arremeter contra los expresidentes y contra todo aquel que se atreviera a señalar sus errores; y como cereza del pastel, comenzó a preparar al ejército que votaría en las pasadas elecciones, regalando dinero disfrazado de programas sociales.
Pero algo que llamó mucho la atención fue el cómo describió AMLO al sistema de salud que le dejaba a toda una nación, textualmente dijo en su último informe: “Ya es una realidad en 23 estados el sistema de salud universal y gratuito, conocido como IMSS Bienestar, este sistema de salud pública ya es el más eficaz en el mundo, dije que iba a ser como el de Dinamarca. No, no es como el de Dinamarca, es mejor que el de Dinamarca”, tratando de mandar un claro mensaje político y defendiendo lo que a la vista no logró concretar.
Y es que, en cuestión de salud, el gobierno de México, el pasado sobre todo, no solo no resolvió la difícil situación en la que se encuentra este importante sector, destruyó lo poco bueno que se tenía, como el Seguro Popular, para dedicarse a experimentar con sus propios programas que ya todos conocemos que fueron un rotundo fracaso y los tuvo que desaparecer, claro, siempre con un discurso populista y echando culpas.
Ahora interesa conocer cuál es la prioridad de la presidenta en este PEF 2025 en cuestión del sector salud, cuál es su preocupación por remediar las ocurrencias del gobierno anterior y qué propone para enderezar lo mal hecho.
Pero al analizar el presupuesto para el 2025, los mexicanos nos llevamos una sorpresa enorme. El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025, actualmente en discusión en el Legislativo, contempla un recorte del 12.2% en términos reales para la función de salud en comparación con 2024. De aprobarse en los términos propuestos, en 2025, la salud pública dispondría de 122 mil 668 millones de pesos menos, representando solo el 2.5% del PIB, una cifra muy alejada del 6% recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Esto se traduce en insuficiencia de personal médico, de infraestructura, medicamentos, vacunas, métodos anticonceptivos, insumos y tratamientos.
Con menos recursos, no podrán alcanzarse los objetivos de universalidad en salud que el gobierno se ha propuesto y se pone en riesgo la implementación del IMSS-Bienestar como el sistema que brindará servicios de salud a la población históricamente marginada. Además, se limita la capacidad del estado mexicano de garantizar este derecho con los más altos estándares de accesibilidad, disponibilidad, aceptabilidad y calidad. Con todo esto queda claro que el discurso es uno, pero lo que en la práctica se hace es todo lo contrario.
Este panorama no es nada bueno para los millones de mexicanos que deben atenderse en el sistema de salud pública, como se puede observar, no es prioridad para la presidenta atender el sistema de salud, algo muy preocupante, va iniciando su gobierno y aun no se aprueba su proyecto, pero debemos estar atentos; México es pueblo fuerte y decidido, pero al parecer al gobierno le conviene más un pueblo enfermo y manipulable.
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