Antes que nada, una pregunta seria: ¿qué ganarían los pueblos de indígenas pobres, explotados, marginados y olvidados en todo México, por casi todos los gobiernos, de todos los niveles, de todos los partidos y de todos los tiempos, si hoy viniera, a pedir perdón, el mismísimo Rey de España, por todos los abusos que cometieron sus súbditos y conquistadores, en el remoto pasado, en lo que fue México, hace casi 500 años? En efecto amigo lector, nada, los mexicanos más pobres y marginados no ganarían nada de nada. Y entonces, ¿a qué viene ahora, eso de que el señor Presidente de la República, utilizando la investidura y representación de todos los mexicanos, reclama perdón a España por los abusos cometidos durante la conquista?, ¿qué necesidad de este alarde gratuito, temerario y salido del contexto histórico? Nada, hay veces que al Presidente, no se le entiende nada. Pero, si lo que quiere es reclamar perdón, ¿no sería mejor que se lo reclame a Mr. Donald Trump y su gobierno, por la ofensa del muro fronterizo y todos los atropellos y agravios contra nuestros connacionales migrantes? Digo, no estaría mal que el señor Trump nos pidiera perdón de vez en cuando.
Pero dejemos el pleito entre el señor Obrador y España, y volvamos a Colima. ¿Por qué, el gobierno del señor López Obrador, retrasó tanto - hasta hoy -, la parte que le corresponde pagar para los salarios de los maestros de los EMSAD? Para que el problema sea un simple convenio, se me hace que tres meses ya es mucho tiempo. La realidad es que al día de hoy, el dinero no aparece y la Coordinadora de Programas Sociales de la Federación, la Licenciada Indira Vizcaíno Silva, ya salió a declarar que, efectivamente, el gobierno federal no ha depositado nada. ¿Qué busca, el Gobierno Federal, con este retraso injustificado?
Motivados por este flagrante atropello contra el magisterio de los EMSAD y TBC - que ya parece intencional -, en una rueda de prensa que promovió Antorcha Magisterial hace casi un mes, pregunté ante los medios que acudieron: ¿acaso peligran los EMSAD y TBC, como peligraron las guarderías antes de su cancelación a manos del gobierno de la Cuarta Transformación? Nadie, hasta ahora, respondió mi pregunta. ¿Es esto lo que le espera en el futuro a este modelo de bachilleratos rurales? ¡Ojalá que no!
En esta batalla estábamos los maestros antorchistas, cuando en días recientes, amparados también ante la falta de pago de los salarios que venimos señalando, un grupos de maestros, también de EMSAD y TBC que, por preferir al SNTE y a otras alternativas sindicales, no pertenecen a Antorcha Magisterial, ofrecieron también una rueda de prensa que, curiosamente esta sí, fue muy acogida por casi todos los medios locales de información que, de sobra sabían ya con detalles - porque los antorchistas lo dijimos a tiempo -, de la indeseable situación laboral de los maestros y maestras.
Me adelanto y aclaro que, en nada incomodan y molestan a los antorchistas las declaraciones de los maestros referidos, es más, sólo encomio, respeto y solidaridad, podemos sentir hacia la esencia del reclamo que hicieron, mismo que hacemos nuestro. Casi cuatro años tienen ya los maestros antorchistas, protestando contra su indigna situación laboral y material, y por eso es que, cuando menos ahora y con esta circunstancia, viene el resto del magisterio de los EMSAD y TBC a sumar su indignación, nos causa algún aliento.
Sin embargo, hay detalles en la denuncia ante la prensa, que hicieron los maestros no antorchistas, que llaman poderosamente la atención de cualquier observador desprejuiciado. Veamos:
Centran su denuncia sólo en contra del Gobierno del Estado y la Secretaría de Educación estatal, y dejan ver, que la causa del retraso de sus salarios se debe, a que es el estado (único caso en todo el país), quien tiene la relación laboral total de los maestros, por lo que insinúan que ésta, es decir, la relación laboral, debería tenerla sólo la federación. Se nota con esto, tal vez sin que se lo propongan, que la intención de fondo es crear un problema que les permita a los diputados morenistas locales, reclamar para la federación el control total de los EMSAD y TBC. Esto se ve en la insistencia en sus declaraciones, de la "urgente" intervención ante la federación, de los diputados del Congreso local, sobre todo de los morenistas.
Llama también la atención, su insistente aclaración - nunca pedida -, de que no los respalda ninguna organización sindical o de ningún otro tipo; esto lo hacen, a sabiendas de que es muy notoria la filiación "sentista" y morenista de varios de los principales declarantes. Pero al mismo tiempo, se nota una clara cobertura mediática, como si alguien con suficiente poder y experiencia, los orquestara a cada paso. Si no son SNTE ni Coordinadora ni nada, entonces, ¿acaso, sin saberlo, estos maestros son los barruntos de la pretendida organización sindical que los señores de la Cuarta Transformación están trabajando con Elba Esther Gordillo en todo el país? Por las dudas, convendría una aclaración.
Y por último destaco, que casi nunca nadie de los denunciantes se refiere con urgencia, a la terrible situación de carencia material y de equipamiento, que sufren casi todos los 45 EMSAD y TBC del estado. Los maestros antorchistas hemos denunciado desde hace años que, estos bachilleratos son los únicos rurales, públicos y gratuitos que existen en todo el estado, pero al mismo tiempo, en los que menos gastan e invierten todos los gobiernos de todos los niveles. ¿Por qué se olvidan de los alumnos, estos maestros promorenistas y exsentistas, que hoy se quejan del injusto trato que reciben del gobierno estatal?
En Antorcha Magisterial estamos muy conscientes de lo que urge hacer en los EMSAD y TBC de Colima. Es un craso error, querer mejorar la suerte laboral de los maestros y maestras, olvidando al mismo tiempo la suerte de los alumnos, los padres de familia y de las condiciones materiales de las escuelas. Nunca como ahora, fue tan necesaria la participación del magisterio para organizar y educar al pueblo pobre y trabajador. Porque, no olvidemos que, como gustaba decir el Presidente cuando era candidato: ¡sólo el pueblo puede salvar al pueblo!
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