Los habitantes de Tecomatlán y los visitantes podemos disfrutar de un pueblo muy bonito y ampliamente desarrollado, pero ¿quién lo ha puesto así? Un grupo de tecomatecos progresistas, organizados en las filas del Movimiento Antorchista, encabezados en la región por el profesor Eleusis Córdova Morán. Él, seguramente, contestará que no lo ha hecho solo, que es gracias al proyecto y atinada dirección de nuestro secretario general, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, quien se ha echado a cuestas la tarea de organizar y politizar al pueblo de México y como el buen juez por su casa empieza ahí está Tecomatlán, como muestra material de que el proyecto antorchista es viable y posible.
El maestro Aquiles, como cariñosamente nos referimos los antorchistas a nuestro líder, con su gran visión ha dirigido, a nivel nacional, un movimiento político que nació en Tecomatlán, que poco a poco se ha extendido a todo el país, un movimiento que lleva cultura, educación y desarrollo a las comunidades más marginadas del país.
En 1974, hace 49 años, ¿qué era Tecomatlán? Un pueblo con sus calles sin pavimentar, polvoriento, donde solo los perros flacos caminaban buscando qué comer. No había ni escuela secundaria. Pero como sus hijos ilustres de la familia Córdova Morán ya habían salido a estudiar: algunos estudiaron para profesores, otros estudiaron leyes y uno es ingeniero egresado de la Escuela Nacional de Agricultura que, gracias a la lucha encabezada por él, logró el cambio a lo que hoy es la Universidad Autónoma Chapingo.
Como en todos los pueblos privaba allí un terrible cacicazgo, el cual fue la mecha que inició la antorcha. Entonces ¿cómo se transformó Tecomatlán? Con mucho trabajo organizado, con faenas, con lucha, con cooperaciones y con mucha honradez en el trabajo administrativo en la presidencia municipal. Algunas obras se realizaron con cooperaciones nacionales de los activistas, pero la mano de obra la puso el pueblo, colectas y actividades económicas para la construcción del auditorio “Clara Córdova” y del balneario, por mencionar un ejemplo.
La lucha por las escuelas comenzó con la Escuela Secundaria Técnica No 16, le siguió el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTa) 110 "Prof. Luis Córdova Reyes", el Instituto Tecnológico Agropecuario (ITA), posteriormente Instituto Tecnológico de Tecomatlán (ITT); en salud, primero se luchó por una clínica, al poco tiempo resultó insuficiente y se gestionó un Hospital, lo que fue una lucha muy importante a nivel estatal.
En cuanto a vivienda se logró la unidad habitacional de Antorcha Campesina, algo que llamó mucho la atención, porque -en mi experiencia- nunca se había visto que se ayudara a los campesinos con la construcción de sus casas. Ahora las familias tenían sus casas con patio, su sala, comedor, cocina, baño y dos recámaras, antes las casas de la gente pobre eran de otate con lodo o con adobes. Todo Tecomatlán era un terregal, ninguna calle tenía pavimento. No había un área de jardín. Ahora cuenta con hermosas áreas verdes, calles adoquinadas y pavimentadas; cuenta con una importante Unidad Deportiva, digna de las mejores ciudades del mundo.
Es muy importante destacar el trabajo colectivo como parte fundamental del Movimiento Antorchista Nacional, por eso Tecomatlán brilla, por eso reverdece, por eso está limpio, porque cada habitante, cada estudiante, cada doctor, cada enfermera, cada
tecomateco hace la parte que le toca.
De ahí la importancia de tomar a este municipio como ejemplo a seguir, porque su lucha, su actuar diario durante las casi últimas cinco décadas, han dado frutos tangibles y materiales que han contribuido a elevar la calidad de vida de las familias. Esa transformación se ha logrado con trabajo diario, el mismo que se puede hacer pueblo por pueblo y colonia por colonia; ¿cuál es la clave del éxito? El trabajo colectivo. Formemos grupos de trabajo en cada pueblo y en cada colonia. Organicémonos y luchemos por una patria más justa y más equitativa.
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