Seguimos de mal en peor, una pandemia mal atendida y en consecuencia el desarrollo de la economía prácticamente estancado y algunos casos paralizado, si bien la política social impuesta hasta el momento ha buscado compensar el agotamiento en las condiciones de vida de la población, sus alcances son reducidos en la medida en que el mismo desarrollo de la política económica le impone límites que obligan a canalizar el gasto público hacia poblaciones definidas previamente con lo cual deja a una porción amplia en situación de carencia. Los datos muestran que la política social focalizada es incapaz de revertir la inestabilidad derivada de esta práctica de apoyo económico.
Ante el resurgimiento de la covid-19 y la insensibilidad de nuestros gobernantes, el presidente de la república por delante ya que no escucha ninguna razón y somete a todos su súbditos, porque eso son, sus súbditos ya que son incapaces de tomar decisiones propias nacidas de un conocimiento técnico-científico como es la atención de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, el señor Obrador pide el regreso a clases presenciales, pero no ordena instrumentar la vacunación a todos los estudiantes que quiere que regresen, eso por un lado, el otro tema aparejado son las condiciones para recibir y atender a toda la comunidad estudiantil con escuelas en mal estado, sin instrumentos necesarios para vigilar y evitar contagios porque una vez que esta comunidad salga y regrese a casa es muy probable de llevar y traer el virus mortal covid-19. Claro está, si no existen las condiciones necesarias para prevenir y evitar el contagio.
La doble moral es peor que la baja moral de los corruptos porque se presentan como íntegros. La nueva política que acabará con las castas que sacan beneficio de las circunstancias que se le presentan favorables, normalmente sin escrúpulos, sí, los aprovechados. Sus malos actos, por lo tanto, frustran una de las últimas esperanzas de sociedades olvidadas. No posen margen, si se suponen que son salvadores, deben ser mejores. Deben ser escrutados en profundidad y sujetos a estándares mayores porque ellos solos elevaron la barrera, los demás podían pretender ser honestos; ellos no tienen más opción que serlo. Sin embargo, no toleran que les señalen su falta de honestidad de integridad.
He aquí la actuación contraria a lo que se predica, la doble moral, un gobierno que agravia a organizaciones que trabajan lícitamente y se financian legalmente, ah, pero defienden recibir dinero en efectivo en reuniones mal iluminadas, postulan la democracia plebiscitaria, pero quien decide es el líder. Se asumen abanderados del reformismo y el país en franco estancamiento, retroceso en algunos casos. Hablan de justicia, cooptan jueces. Prometen países de mayorías inclusivas y agrandan la pobreza. Se abandera la transformación y resulta que se va dejando un desastre, que obligará a mayores esfuerzos para regresar al punto de partida. ¿Igualitarios? Excluyentes. ¿Interesados en defender a los pobres? Solo mientras obedezcan a su clientelismo.
No se lucha contra los oligopolios y las élites que suponemos, el plan que se ve es reemplazar un bloque hegemónico con un nuevo, pero de los de su preferencia, un comportamiento político que supone la captura del Estado como una eterna batalla de facciones entre probos y malos, y deja a los ciudadanos solo como espectadores.
Un modo perverso de hacer política, las mayorías siguen olvidadas, sin buenos empleos, sin salarios dignos, inaudito lo de la salud, esta solo para los que la pueden pagar; apenas justifican el asalto al Estado burgués.
Se sienten transformadores al poder doblegar algunas leyes y pasar por alto varias normas. Y se autonombran los salvadores de los excluidos, ese fin justifica, sobre hechos concretos cualquier medio. Se llame Cuarta Transformación. Ahí está el caso de Nuevo León en elección recién pasada para municipios, legisladores y gobernador, hay toda una serie de inconsistencias en el manejo de los recursos para financiar la campaña del gobernador electo, bueno al menos la más sonada, que debe ser analizada, revisada, y juzgada, según sea el caso, de acuerdo a la legislación vigente, y no hay quien diga esta boca es mía, de nuevo la doble moral. Es un problema doble, porque si señalamos sus errores, no hay tolerancia, no son más papistas que un papa, son una nueva Inquisición de moral flexible para los suyos y corrosiva para el resto.
La prédica es particularmente severa cuando sus promotores se presentan como salvadores morales.
He aquí la doble moral en el gobierno de la 4T.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario