La pandemia por la rápida propagación del Covid-19 ha ayudado a desenmascarar a los gobiernos de los distintos países y a saber cuál es su verdadera naturaleza, su verdadera función. China, donde se originó el Coronavirus, demostró la eficacia de su gobierno comunista, gobierno que se preocupa por la salud de sus ciudadanos, pues logró construir un hospital en 10 días. Hoy en día el gobierno chino mantiene controlado el Covid-19 en su territorio sin nuevas víctimas de infección.
Siguiendo la línea del tiempo, Rusia fue uno de los primeros países en cerrar sus fronteras y en ordenar el aislamiento para todos sus habitantes, y eso ha hecho que ese país tenga pocos casos de infectados, ya que su sistema de salud está diseñado para preocuparse por la salud de los rusos. Y quien le ha dado una gran lección al mundo ha sido Cuba. Esta pequeña nación se rige por un gobierno socialista y hoy todo mundo debe agradecerle por apoyar a varios países con el envío de médicos para ayudar a solucionar los problemas.
He aquí el rostro humano y solidario de estas naciones que tanto han sido atacadas por el imperialismo. Ante esto, ha sido el mismo Estados Unidos quien ha demostrado su verdadera función. Al principio escuchamos y observamos a Donald Trump con un discurso que parecía más engañoso que la autorregulación del mercado, pues él aseguraba que su poderosa nación no sería afectada por el Covid-19. Y sucedió todo lo contrario. Hoy EE. UU. está en emergencia nacional y acorralado ante este problema que lo ha dejado en evidencia. Lo más grave es que el imperialismo yanqui ha aprovechado la pandemia para declararle la guerra a Venezuela en vez de que se preocupe y realice acciones para fortalecer su sistema de salud pública para atender a los miles de infectados en todo el territorio estadounidense. Y mientras Estados Unidos ataca a Venezuela e impone bloqueos a Cuba, Rusia ha enviado equipo médico a la tierra de la pesadilla americana para ayudar a combatir el Covid-19.
Y tal como he hablado de otros países, toca hablar de México. Nuestro gobierno ha resultado ser uno de los más ineficaces e hipócritas, y aunque los casos oficiales de infectados de coronavirus ascienden a los cinco mil, no podemos negar que la propagación crece aceleradamente. Hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador intenta contratar personal médico, el mismo que hace un año despidió por su necedad del combate a la corrupción y su "austeridad republicana". Y qué decir de las atrocidades que sus partidarios están cometiendo a espaldas del pueblo mexicano. Muy pocos pudimos cercioramos de que todos los diputados morenistas votaron a favor para reelegirse por varios periodos; la mayoría de los mexicanos creyeron que López Obrador fue el mago que hizo que el precio de la gasolina disminuyera; el gandallismo del Tribunal Electoral del Estado de Puebla quien utilizó la contingencia para cancelar el registro de partido político al Movimiento Antorchista Poblano, una organización civil que cumplió con todos los requisitos, y que además tiene un total de afiliados de 40 mil poblanos. Esto es poco, falta más. Debo hacer mención del nefasto "Informe al Pueblo de México" que hace unos días pronunció el presidente, en el cual menciona una serie de acciones gubernamentales que nunca ha hecho, que no hace y que no hará. En ese discurso habló de un México utópico donde todos somos felices y la realidad ha hecho su trabajo al demostrar que Obrador es un gran maestro de la mentira.
Lamentablemente, en nuestro país sólo se nos informa en conferencias matutinas y vespertinas los nuevos números de infectados, se nos halaga con lo que el gobierno pretende hacer, mas no lo que hace porque lo que hace es nada. México está por entrar en la Fase 3 de la contingencia y el mayor problema ya se está agudizando, la pobreza. Hasta el día de hoy se han perdido más de tres millones de empleos, más de los que "supuestamente" ha creado el presidente. El sistema de salud fue desmantelado por el mismo gobierno y es el mismo presidente quien no obedece y sigue las recomendaciones necesarias ante la propagación del Covid-19. Lo más que ha hecho nuestro gobierno es decirnos que nos quedemos en casa, pero todos nosotros sabemos que eso es imposible pues tenemos que trabajar para poder llevar alimentos a nuestra familia. Está claro, los más afectados por el coronavirus somos los trabajadores mexicanos y hemos sido dejados a la suerte del destino por nuestro gobierno. No todo está perdido, nos queda organizarnos y vernos como verdaderos seres humanos para poder salir de esta.
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