Después de la toma de posesión el pasado 20 de enero, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha cumplido con las amenazas que tenía en contra de nuestro país como son las redadas para deportar de territorio estadounidense a miles de migrantes de diversas nacionalidades, incluidos miles de mexicanos, algunos de los cuales corren el riesgo de ser recluidos.
Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca ha ido cumpliendo una a una sus amenazas en contra de México y el resto de países americanos, porque necesita que los gobiernos de estos países se sometan totalmente a sus políticas imperialistas.
La coyuntura política obliga a que los pueblos del mundo tomen partido en la lucha por el dominio del planeta que se decide entre Estados Unidos, que encabeza el imperialismo, y Rusia y China, que defienden el derecho de los pueblos a elegir y guiar su desarrollo.
En los últimos cuatro meses, Texcoco ha sido testigo de una escalada de violencia que ha alarmado a sus habitantes y evidenciado las debilidades estructurales del sistema de seguridad en el Estado de México.
No hay plazo que no se cumpla. Llegó el día de la toma de posesión de Donald Trump a la Presidencia del país que lleva la corona de cabecilla del imperio capitalista.
El Movimiento Antorchista Nacional, a través de su vocero, Homero Aguirre, lanzó un llamado a la sociedad mexicana para organizarse y defender su patria. La única salida —dijo el vocero— es abrir los ojos, organizarse y politizarse para proteger al país.